miércoles, 15 de julio de 2020

Ho ´oponopono (Regalo número 14)

¿Que tal si dedicamos un rato a observar ciertas palabras y cómo su uso adecuado nos conectan con el arte dela sanación?





Quizás hayan escuchado hablar sobre una disciplina de origen polinesio y que forma parte del chamanísmo Huna denominada, ho´o pono pono cuyo significado es "Corregir el error".

El Dr Hew Len es un prestigioso psiquiatra Hawuaiano que supo aprender estas prácticas ancestrales y aplicarlas en muchos de sus paciente con un éxito rotundo, al punto de lograr el bienestar y sanación de todos ellos.

Ho´o pono pono se vale de ciertas palabras que se recitan como mantras a lo fines de sanarnos pues, se va comprendiendo que, en realidad, todo lo que ocurre en nuestras vidas es 100% responsabilidad propia. Por favor, lean bien, dije responsabilidad y no, culpa.

Veamos lo siguiente. Todo y todos somos energía, por tal razón, toda la energía que vemos, tocamos, escuchamos, etc, es, aunque no lo parezca debido a nuestra capacidad sensorial limitada, es una sola y la misma pero, manifestándose de infinitas maneras.
Hoy, la física cuántica da testimonio de esto, del mismo modo que todas y cada una de las culturas antiguas espiritualmente evolucionadas lo hicieron a su modo y en su tiempo.
A esa energía la han llamado orgón, plasma, chi, prana, maná, etc.

Al ser todo la misma energía, no se precisa ir a ningún sitio en especial para conectarme con aquello que anhelo como ser, prosperidad, Dios, salud, resolución de conflictos, etc. ¿Por qué? porque alcanza con conectarme con eso que anhelo en mi interior. Para eso hago uso de la palabra clara y definida, producto de que quien ha de oírla es nuestro subconsciente para llevarla al consciente. Es decir, de la oscuridad a la luz. Lo que el chamanísmo Huna llama, comunicarnos con nuestro "niño interior".

Recordemos que, el 95% de nuestras acciones diarias son nacidas del condicionamiento aprendido y guardado en el subconsciente. Eso quiere decir que, solo usamos el 5% de nuestra conciencia. Dicho de otro modo, de diez cosas que hacemos, decimos o pensamos, nueve y media surgen de lo aprendido y mecanizado en los primeros siete años de nuestra vida...
Sanar significa echar luz sobre ese pasado o, de lo contrario, nos pasaremos la vida repitiéndolo.





El modo de abordar la sanación es simple y práctico pero, hay que apreciar ciertas cuestiones como ser. No tener expectativas. Confiar a Dios, a la Energía universal, al Tao o, como gustemos llamarla, en que nos acompañará en el desarrollo de nuestro camino de auto conocimiento o despertar. No estamos solos.

Partiendo de la premisa, soy responsable de cada cosa que digo, hago, siento o ejecuto, tomo en mis manos dicha responsabilidad para conectarme con mi niño/a interior y decirle que: "Lo siento, perdón, te amo y gracias". Gracias por poder sanar en vos y en mí, y limpiar los mandatos y nudos nacidos del pasado que, al verlos y responsabilizarme de ellos como factores condicionantes de este presente y de una vida que no produce felicidad, me confío a Dios, Tao, etc para que tome esa oscuridad u obstáculos y, amorosamente se disuelvan.

Dicho así, se que a más de uno le despertara cierta duda que sea posible sanar usando palabras dichas a viva voz, escritas o pensadas. La verdad es que, como toda disciplina, si no se la practica jamás, se podrá corroborar su veracidad y eficacia. La espiritualidad no es CREER es SABER.

Pasemos ahora a comprender qué significa cada una de esas palabras usadas para la sanación.

"Lo siento": No remite a un sentimiento de culpa (la culpa sólo la impuso el catolisísmo y nunca fue parte de ninguna practica espiritual avanzada) sino, a ser conscientes de lo que estamos SINTIENDO justo ahora, (rabia, miedo, tristeza, dolor, etc) y, tomar dicho sentimiento con responsabilidad para ocuparnos de limpiarlo de dentro nuestro, entregándoselo a Dios, al Tao, etc en completa confianza de su resolución. Soltar, limpiar.

"Perdoname": Observen lo interesante de una palabra tantas veces dicha pero, quizás, incomprendida debido a que nos fue muy mal enseñada y peor aplicada.
La palabra perdonar se compone de "Per" - acción acabada en sí misma - y, Donar, dar. perdonar significa entonces: ofrecer un regalo.
Jesús, al respecto enseño que, perdonar es comprender que, si algo me ha dañado o, he provocado un daño a otro, es a causa de no haber estado lo suficientemente ATENTO como para notar que si algo entró en mí, es porque deje una PUERTA abierta, inconscientemente, para que así suceda.
Darnos cuenta permite comprender que, perdonar es cuidarnos de recibir daños o generarlos (salen por la misma puerta que pueden entrar)  es decir, nos estamos protegiendo. Jesús nos valió de un escudo protector, si me sano al recomponer en acciones concretas el perjuicio en mí,sano al universo todo.
Por lo tanto, perdonar nada tiene que ver con  "pedir perdón o darlo pues, esas son nada más que acciones egocéntricas que invitan a la arrogancia "yo te perdono o, me tenés que perdonar por que yo soy..." En su defecto, "por favor perdoname o que va a ser de mí..." digna expresión mendicante o víctima.

"Te amo": Amor no es lo que se pide sino, lo que se DA. Nuevamente, toda la práctica Ho´o pono pono reside en DAR, no en pedir. Nunca se obtiene abundancia si se pide. Pedir es decirle a Dios, "no tengo". Si no tengo, ¿qué puedo dar? Se obtiene abundancia conectándonos con la abundancia, o ea, dando.
Te amo se le dice a  los aspectos negativos que percibimos de nosotros mismos pues, deben salir de nosotros limpios, transformados o, de lo contrario, se acrecentarán en alguien mas. Toda energía se mueve y conecta con su par, por tal motivo es imprescindible que comprendas que, si no sanamos lo oscuro que hay en nosotros, esa energía llegara en el encuentro que mantengas con otras personas. Ellas te la devolverán como una oportunidad para acabar con la tarea.
Haciendo una auto referencia digo: Las personas que viene a mis clases, por ejemplo, traen aspectos que debo aprender a sanar en mí o, que ya he sanado y por esa razón los puedo acompañar en su viaje que siempre, es de ellos. Esto sucede porque he decidido conscientemente conocerme y para ello, hay que atender todos y cada uno de los aspectos que hay en mí para sanarlos, hasta donde me sea posible y así, elevar mi espíritu dándolos. Cumplir con mi misión en esta vida. Eso es el camino de iniciación y ningún otro. Gracias, Gracias, Gracias.

"Gracias": En el mismo sentido que te amo, decir gracias no ha de ser producto de una transacción sino, de la toma de consciencia de que se puede dar gracias a que una situación o hecho determinado sucedió para poder verlo y afrontarlo. A la disposición consciente de aceptar sanarnos y poder hacerlo. Dar, sin pedir nada a cambio.





Estas cuatro frases o palabras, son muy relevantes cuando nacen del corazón y de un compromiso sincero y genuino. Puede suceder que al principio notemos cierta mecanicidad al decirlas por lo que es muy importante hacerlo constantemente para que de esa manera, nuestro niño interior, las vaya escuchando cada vez más y con mayor sentimiento y confianza lo que redundara en que se abra para alcanzar dicha sanación y elevación espiritual

No es condición sine qua non pronunciarlas en ese orden. Dejate llevar por el momento y la situación y manifestalas según lo dicte tu intuición.
También son muy potentes cuando decimos tres veces gracias antes de comer o antes de irnos a dormir y al levantarnos por la mañana.
Cuando nos sentimos abrumados por algo, tomarse unos minutos para SENTIRNOS, luego decir: Perdoname y soltar, limpiar. Dar las gracias siempre aunque el resultado no aparezca al tiempo deseado o, no suceda.

Las dos palabras esencial son TE AMO y GRACIAS. 

Para ir cerrando y dejarlos que practiquen, digo, Todos estamos emitiendo energía mental, emocional, verbal y física, constantemente Atender esto requiere de practicar atención es decir, meditación.
Cuando emanamos energía, esta viaja por el universo y se conecta con su similar o, entra en conflicto con energías contrarias.En cualquier caso, creara una realidad determinada a ese encuentro.
Cuanto más atentos podamos estar a esos procesos, mejor comprenderemos nuestra participación en la vida la que, paso a paso, co creamos con el universo, Dios, etc.

A donde esto nos lleva es a saber que a quién en realidad siempre, siempre tenemos que atender para sanarlo es... A NOSOTROS MISMOS (incluso aunque el dilema lo tengamos con alguien más).
Al hacerlo y por interrelación, sanaremos a los demás en todas las direcciones y hacia todas las generaciones pasadas, presentes y futuras.

Lo siento, perdón, te amo y Gracias .

Hasta mañana.

Shodo Rios

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