domingo, 17 de enero de 2021

La longevidad según el Chi Kung



Practicar Chi Kung, es practicar la atención sobre nuestra integridad humana compuesta de diferentes aspectos como ser: cuerpo físico, orgánico, emocional, mental, psicológico, relaciones inter e intra personales; Desarrollo de pensamiento, reflexión y discernimiento, Saber expresar en palabras o silencios, lo que se piensa o siente de un modo definido, seguro y actuar, en lo posible, consecuentemente y de manera asertiva: Alimentación, respiración completa; Teoría, practica y experiencia hacia el saber y la sabiduría. Es decir, la salud propiamente dicha, pues, salud, incluye todos y cada uno de los aspectos que hacen a la condición humana y no, como muchas veces se cree, únicamente comer sano y hacer actividad física o deportes. Y es que si sólo nos ocupamos de esos aspectos, desde ya sumamente importantes, estaremos dejando fuera, todos los demás sin los cuales, la vida no gozara de equilibrio o verdadero bienestar: Un ejemplo: se puede comer muy saludablemente o no faltar nunca a la práctica deportiva, pero, mantener relaciones psicológicas o emocionales indeseables o, permanecer dentro de relaciones familiares o laborales tóxicas e inestables con lo cual, la salud, no puede catalogarse de armónica. 

Si bien es cierto que no se busca ningún tipo de perfeccionismo (toda búsqueda de perfección es anti natural) lo que con la práctica de Chi kung vamos advirtiendo es que, justamente, el equilibrio, consta de saber cómo moverse según la naturaleza del propio cuerpo y de las circunstancias reinantes a la hora de hacer la práctica, (cansancio o relajación, buen o mal humor, clima, tensiones musculares, estrés, preocupaciones o calma mental, etc) 

Un ejemplo muy usado y claro para explicar este comportamiento, es el del equilibrista ya que como bien sabemos, quien camina por la cuerda floja no pude permanecer demasiado tiempo a la izquierda, a la derecha o en el centro a riesgo de caerse. Tiene que aprender a desarrollar la capacidad de no quedar apegado a nada porque, en ese caso, estaría poniendo en riesgo su vida.



En la vida diaria, con la ayuda de Chi kung y la atención plena en uno mismo y lo que sucede en tiempo presente, vamos aprendiendo a movernos con ese mismo sentido que es, no quedar fijados únicamente a puntos de vista estáticos o rígidos. Cuando así sucede, el tipo de vida que estaremos creando, estará sujeto nada más que a esa mirada parcial; incluso, si no sabemos o no queremos movernos de esa postura estrecha, podríamos estar poniendo en riesgo grave nuestra salud.

¿Qué lugar ocupa entonces, la longevidad de la que tanto se habla como resultado de practicar Chi kung? 

En parte, la longevidad o la posibilidad de extender el tiempo y la calidad de vida, está dada por lo antes explicado, estos es, tratar, práctica mediante, que cada uno de las áreas de lo humano sea atendida, escuchada y acompañada, aprendiendo a soltar actitudes, hábitos o cuestiones de carácter que puedan impedir el desarrollo hacia una humanidad habitada en la paz interior. Paz interior que no remite a momentos de calma o tranquilidad sino, a estar en eje con uno mismo o, a vivir en concordancia con los ciclos naturales de la vida; Lo que podríamos llamar coherencia, es decir, sentir, pensar, hablar y actuar, en concordancia con uno mismo y el Tao.

El otro aspecto sumamente importante de la longevidad es cuando vamos alcanzando cierta sabiduría humana y planetaria. Sabiduría significa, saber el modo justo de utilizar en tiempo y forma lo aprendido tanto en la práctica de chi kung como en la vida misma, fundamentalmente. para nuestro bien y, más que nada, para el bien común.

Y es que un ser humano que llega a saber que no sabe nada, parafraseando al maestro Lao Tse, o al filósofo Socrates, es alguien que, abierto a experimentar el día a día como si fuese la primera vez, dispuesto a continuar su aprendizaje en el buen vivir, es quien trasunta en gestos, palabras o acciones, esa paz intrínseca propia de quien a llegado a ser uno con el Tao, uno con la vida. Es quien a soltado la prisa por la calma, el deseo por la gratitud, la pasión desmedida, por la austeridad, la multitud por la soledad, la creencia por el saber y el miedo, por el amor.

Ese humano, hombre o mujer, es quien no se apega ni rechaza, de manera dogmática, sólo vive según la vida lo invite a hacerlo porque ahora y en ese estado de plenitud consciente, sabe que a lo único que en verdad pertenece, no es a otra cosa que a la vida misma, por eso nada se llevará, excepto lo vivido, para su evolución y la de todo aquel que haya tocado a su paso.



¿Cual es entonces la diferencia entre hacer una práctica física o alcanzar la sabiduría? responder nada más que al miedo (me cuido para que nada malo me pase) o, saber escuchar al corazón y seguirlo, para que lo que sea que pase, se pueda aprender de ello.

No importará cuántos años se viva. Importará la entrega  y confianza completa dada a cada instante del eterno infinito, en el único lugar que como humanos, podemos hacerlo, el cuerpo. El cuerpo como un fractal del cosmos que somos.

Que así sea, está hecho.

Daniel Shodo

jueves, 14 de enero de 2021

La vida según el Tao...

"Se un equilibrista. No permanezcas siempre a la izquierda, a la derecha o en el centro porque estar siempre en el mismo sitio, es muerte. La vida es movimiento constante. Lao Tse 




Daniel Shodo


jueves, 7 de enero de 2021

I Ching y naturaleza humana



El libro de las mutaciones, I ching, no es un compendio únicamente matemático o simbólico de la vida humana y sus múltiples circunstancias; el I ching es, también, científico y espiritual. Es decir, una invitación a transitar el camino de la vida, expresada en sus elementos naturales como son, el cielo, la tierra, el agua, el fuego, el trueno, el viento, la montaña y el lago. 

Para considerar lo que aquí expongo, haré un repaso breve por cada trigrama o elemento para hacer observar su intrínseca conexión con el ser humano; su ego y su Ser.

Comencemos por El Cielo:El padre, la energía masculina y creadora. El movimiento ascendente, el espacio. La capacidad de destruir. ¿No son acaso características afines a la condición humana todas estas cualidades?

La Tierra,:La madre, la receptividad, la mansedumbre, lo prolífico, la contención, la confianza. Sequedad, ahogo posesivo o apego ¿No es el ser humano, capaz de comportarse de alguno de estos modos?

El Trueno: El hijo mayor. Lo suscitativo, lo inesperado, el chispazo inicial, el entusiasmo; Arrebatar, lo intempestivo, los comienzos.

¿No sabemos los humanos dar primeros pasos en algo o, hacia algo de manera consciente o inconsciente?

El Viento: La hija mayor. Lo suave, lo penetrante, la palabra, el mensaje, las raíces, la soberbia., arrasar con palabras hirientes. ¿Es el ser humano unas veces capaz de acariciar y otras, de golpear?

El Fuego: La hija del medio, Ver con claridad, luz espiritual y mental, calidez, tierno de corazón; Quemar, ceguera o fanatismo.

¿Es el humano capaz de ser la luz del sol, la calidez de un abrazo fraterno o el odio encarnizado?

El Agua: El hijo del medio. Lo abismal, lo desconocido en uno mismo, los temores, la constancia y perseverancia, la ecuanimidad; La sangre, las emociones vitales.

Como el agua, el humano, que es agua, puede abarcarlo todo, llevar y dar vida o quitarla.

La Montaña. El hijo menor. El aquietamiento. la reflexión, el silencio. Una puerta de acceso o una traba u obstáculo. El final y el comienzo de ciclo. La acción meditativa.

Aunque lo haya olvidado, el ser humano es el Maestro que tanto busca encontrar fuera y que sólo hallara cuando se detenga a escucharse y observar el ritmo agitado de su ego, debajo del cual aguarda, el silencio vacuo de la sabiduría.

El Lago: La hija menor. La serena alegría, la nutrición y el aprendizaje. El discernimiento, la capacidad para separar lo denso de lo sutil. El sitio donde todas las actividades humanas son posibles, son realizables o, por envidas o celos, el lago puede secar o desbordar sus aguas elementales y volverse estéril y embrutecido.

Sin serena alegría en el hacer cotidiano, el caos, gobierna.



Como podrán notar, esta familia de elementos que constituyen la totalidad del planeta,como la integridad humana, están en este maravilloso libro, representadas en imágenes, mostradas, explicadas, sugeridas, advertidas y puestas al servicio de que el Noble o sea, el consultante, vaya hacia ellas, no sólo cuando aborda el libro en búsqueda de respuestas, también, cuando en el día a día, aprenda a reconocer cómo funcionan e interactúan en sí mismo, al igual que en su entorno inmediato.

Que así sea.

Daniel Shodo