miércoles, 1 de octubre de 2014

Abandonar el ego

Mueren las  olas en la orilla.
Ligero el viento retiene el soplo.
La barca abandonada, despacio a la deriva.
La noche silenciosa.
la luna, en el vasto firmamento,
vierte su apacible claridad.
                                       
                                         Eihei Dogen







El maestro Dogen escribió treinta poemas publicados bajo el título de:  San Sho Do.
Nombre que designaba al actual monte Eihei ji, en donde el maestro Dogen tenía una pequeña ermita
bajo los pinos reales.

Estos poemas refieren a la conciencia. Cuando habla de paisajes, del borde del mar, de los fenómenos de la naturaleza siempre está haciendo alusión a la conciencia durante zazen.
Por lo tanto, al leerlos, no basta con quedarse en la belleza estética de sus imágenes es, por el contrario, una invitación a la comprensión de la propia conciencia durante la práctica de zazen.

El poema que aquí comparto, nos habla de: Las olas como las ilusiones, ansiedades, indecisiones. Las pasiones que vienen y van. Sin embargo, el espíritu, como el viento, no se mueve.La barca simboliza el abandono del ego. La superación de las contradicciones.

Durante una sesshin, cuando se ha hecho zazen durante mucho tiempo, ya no se tienen pasiones ni ilusiones. El viento ya no sopla. El espíritu, ya no se mueve. Se está tranquilo y totalmente solitario. Pero la luna aclara el silencio. Todo está tranquilo, la luz cósmica brilla y se expande. Silencio y luz son la esencia del Zen Soto. Sentados tranquilamente en zazen, podemos realmente recibir la luz del cosmos, la luz de Buda...

Publicado por Claudio