Apegarnos a los objetos otorgándoles a estos un valor que por sí mismos no poseen, sólo crea una miríada de ilusiones que contienen en su seno la semilla de la desilusión.
Desilusión que surge tras ver la cara verdadera de algo que siempre estuvo y que no percibimos, que no existe per se, o sea, no es la suma de las partes, y que es llamado forma por ser la manera en la que nuestro cerebro toma, desmenuza e interpreta la información que a él llega. Dicha interpretación es causada por nuestro sistema de creencias, las que tanto pueden quitar una vida como parirla, o llevarnos a adorar una imagen como a satanizarla.
Lo que a continuación escribo, no sin cierta torpeza pero con sumo respeto, es un extracto de las sabias palabras del maestro Bodhidharma transcriptas en el libro: “Las enseñanzas zen del maestro Bodhidharma”, cuando en uno de sus capítulos se le pregunta acerca de por qué Buda le dice a los mortales que pueden alcanzar la iluminación ejecutando trabajos meritorios, tales como la construcción de monasterios, esculpir estatuas, quemar incienso, esparcir flores, iluminar lámparas eternas, caminar alrededor de estupas (monolito donde se conservan reliquias del buda o maestros iluminados) o ayunar, entre otras liturgias.
A lo que Bodhidharma responde:
"Las enseñanzas de Buda están plagadas de metáforas porque los mortales tienen mentes huecas y no entienden nada profundo, el Buda usó lo tangible para representar lo sublime.
Las gentes que buscan concentrarse en los trabajos externos en lugar de la cultivación interna están intentando lo imposible".
Lo que sigue es una síntesis de sus maravillosas enseñanzas:
Construcción de monasterios: Cualquiera que niegue la entrada de los tres venenos (ira, codicia, ignorancia) y mantenga las puertas de sus sentidos puras (ojos, oídos, nariz, etc.), sus mentes y sus cuerpos inmóviles (sin discriminaciones) y su interior y su exterior limpios, construye en sí mismo un monasterio.
Sobre esculpir estatuas: La forma sublime del Buda no puede ser representada mentalmente.
Los que buscan la iluminación consideran su cuerpo como un horno donde el dharma (ley natural o enseñanzas Búdicas) es el fuego, la sabiduría como la artesanía y los tres grupos de preceptos más los seis paramitas (disciplina para el logro de la iluminación o virtud, a través de practicar la generosidad, la honestidad, la paciencia, el esfuerzo, la concentración y la sabiduría) como el molde. Ellos, los practicantes, funden y refinan la verdadera naturaleza Búdica en ellos mismos y la vierten en el molde formado por las reglas de disciplina.
Quemar incienso: No remite al incienso material sino a la quema de nuestra mente impura o condicionada que lleva al cultivo de los denominados tres venenos (ira, codicia, ignorancia).
Cuando el Buda vivía, les dijo a sus discípulos que iluminaran ese incienso con el fuego de la atención (sin juicio ni crítica) como una ofrenda a los budas de las diez direcciones, en alusión a las ocho direcciones cardinales, y al nadir – abajo – y el cenit – arriba.
Esparcir flores: Hace referencia a hablar del Dharma, esparcir las flores de la virtud. Para beneficiar a los otros y glorificar el verdadero yo. Dichas flores duran para siempre y nunca se mustian. Y quien las esparce recibe bendiciones infinitas. Buda nunca dijo que cortasen flores ya que se transmitía aquello de evitar producir cualquier tipo de daño sobre toda forma de vida.
La iluminación de la lámpara: La lámpara eterna representa la atención perfecta, sin categorizaciones. A través de iluminar esta lámpara de la atención correcta se suprime toda la oscuridad y todo el engaño. También cabría mencionarse como equivalente, la visión correcta, o ver las cosas como son, sin máscaras.
Caminar alrededor de una estupa: La estupa es tu cuerpo y tu mente. Cuando tu atención circula alrededor de tu cuerpo y mente, a esto se le llama caminar alrededor de una estupa.
Los sabios de la antigüedad caminaban hacia el despertar o Nirvana. Las personas de hoy en día no entienden esto, en lugar de caminar hacia su interior lo hacen hacia el exterior, sin poder acercarse ni un poco a su verdadero yo.
Realizar ayunos: Ayunar significa regular tu cuerpo y tu mente para que ellos no se distraigan o se perturben. Ayunar significa no caer en las seis atracciones provenientes del exterior (lo que llega a través de los seis sentidos y el posterior apego o rechazo que se genera de dicha atracción) o los tres venenos en el interior.
Lo que se transmite con ayunar es el dejar de comer la comida del engaño, de las pasiones, las divisiones y condicionamientos mentales que, lejos de alcanzar la comprensión de la realidad, la indigestan.
Esto es similar al mal entendido que se produce cuando se habla o practica la veneración, por ejemplo, al inclinarnos o al hacer sampai, arrodillarnos delante de una imagen de Buda o un maestro. La veneración significa someter los engaños o nuestra ignorancia reverenciando el verdadero yo o naturaleza Búdica.
Buda quiso que las personas mundanas pensaran que venerar era expresar humildad y así subyugar sus mentes. Les habló diciéndoles que postraran sus cuerpos para demostrar su reverencia, dejando que lo externo (la forma) muestre lo interno (la mente).
Para finalizar, y aclarando que quienes se sientan interesados en abrevar en estas palabras no tienen más que recurrir a la fuente original, deseo expresar que, mientras continuemos alabando imágenes o reverenciando objetos (en la lista bien podemos incluir: ropa, autos, electrodomésticos, celulares, alhajas, etc.) como si de ellos dependiera nuestra existencia, cuando a un mismo tiempo despreciamos las muchas formas en las que ésta se manifiesta (humanos, animales, árboles, agua, etc.) sólo estaremos creando las causas y condiciones para seguir sumidos en una lamentable pobreza de cuerpo, mente y espíritu; sobre todo, cuando no comprendemos que todo, y subrayo, todo, es un medio y no un fin en sí mismo.
Bodhidharma: También conocido como Da Mo, fue un maestro de origen Hindú, el vigésimo octavo patriarca del Budismo y el primer patriarca legendario creador de la forma denominada Budismo Zen o Chan.
Proveniente del sur de la India, llego a China bajo el reino del emperador Wu del Lian (542 - 549 dC)
Publicado por Claudio
Nada tienen de malo las metáforas, solo que no debe dejarse que nos perturben el entendimiento de lo profundo.
ResponderEliminarLa vela encendida ,luego un soplido..nos queda la vela y la luz del sol.
Gracias Adriana. Así es, las apariencias también pueden ser una ayuda para ir más allá o, más acá, en todo caso.
EliminarEl más allá o el más acá son metáforas del pensamiento el cual es metáfora de lo que ES.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tengo debilidad, grande, por el simbolismo. No te puedes imaginar cómo he disfrutado con esta entrada y los comentarios.
ResponderEliminarGasshô, gracias, bss, saludos... en fin :)
El agradecido soy yo, Ane por tu palabras y por este contacto que se genera virtualmente pero de corazón a corazón,¿verdad?
EliminarGassho
Cierto :) y qué bien!
Eliminar