jueves, 29 de diciembre de 2016

La Mente Zen - Documental


Documental sobre las dos escuelas principales de Budismo Zen en Japón . Escuela Rinzai y Escuela Soto.
Publicado por claudio

sábado, 17 de diciembre de 2016

Feliz año, AHORA

Cuando ya no estemos, nuestra vida continuara en lo que le hayamos dado a los demás...

Agradecimiento, respeto, cuidado y amor es lo que me doy, es lo que te ofrezco de mi alma a tu alma y lo que a su vez deseo, puedas entregar de corazón a corazón.

Gassho Claudio daniel Rios

domingo, 11 de diciembre de 2016

Natural...mente segunda parte

"El camino que elegimos para evitar nuestro destino, es el camino que nos llevara hacia nuestro destino"...





Por mucho que nos empeñemos en que cada detalle se mantenga bajo nuestra órbita, mayor sera el desperdicio de energía que obtendremos pues, a mayor distribución de atención, mas debilitados nos volvemos. De ahí que se diga que donde hay energía en potencia, es donde más concentrada se encuentra. De todos modos, es conveniente que aprendamos a hacer un uso moderado de nuestro caudal emocional, psíquico y físico ya que de esa manera lograremos un hacer fluido y natural en cada circunstancia vivida.

¿Cómo esto se logra? Pues bien, pensando menos y viendo con más claridad porque cuanto más y peor pensamos, más lejos nos encontramos de ver lo que es de lo que busco que sea o no sea..

¿Qué cómo se deja de pensar? Atendiendo a cada pensamiento como si se tratase de nubes surcando el cielo o sea, dejándolos pasar para de ese modo no perdernos en elucubraciones o fantasías y así, duela o no, ver lo que es de lo que no es.
Solo es necesario una cuota diaria de práctica en la atención plena sobre nuestro hacer, decir y pensar y entonces, cuando eso se realiza es cuando comprobamos cómo nuestra vida, con sus quejas y reclamos, como con sus placeres y alegrías o frustraciones, se concreta basada en los pensamientos recurrentes y hasta incluso obsesivos que producimos y acrecentamos cotidianamente.

Ver lo que ES, es salir de la ignorancia que se produce al estar más pendientes de que todo se mantenga en nuestras manos que de dejarlo SER, como mencionaba en la primera parte de éste texto.
¿Y por qué necesitamos siempre sentirnos seguros y supuestamente felices? Por MIEDO. Miedo a casi todo es lo que ha copado la vida de miles y millones de personas que, sin notarlo, quizás, han dejado que sus mentes se pueblen de pensamientos basados en que, algo malo nos puede pasar. Cuando la realidad es que mucho de eso "malo", la mayoría de las veces solo sucede en la mente pensante y no tanto frente a nuestros ojos.

Tomando en cuenta lo mucho que dedicamos nuestro tiempo y energía a suministrarnos altas dosis de temor, no percibimos el auto engaño y el consecuente abatimiento de nuestras defensas corporales y mentales que, ya enflaquecidas y anestesiadas de pánico, solo pueden contraer enfermedades. La enfermedad consumo de medicamentos, también por miedo a que algo peor ocurra creando así un círculo sin fin de derrota emocional, mental y corporal.





Por último, nuestra mente natural se vuelve concreta y veraz cuando nos movemos en la vida desde el amor y la compasión hacia todas y cada una de las formas en que dicha naturaleza se manifiesta, comenzando por amarnos y tratarnos con más respeto y gratitud. Lo que esto significa no es más que comprender que si no vivimos por el bien estar general o, al menos, para evitar el mayor daño posible, solo nos mantendremos en la ignorancia que se produce al no poder VER y comprender que no hay un"yo" que pueda existir desde la separación o el mero individualismo sino que, ese "yo" existe siempre en relación a algo o a alguien y sin que por ello dejemos de ser, a un mismo tiempo, nosotros mismos. Entonces, sin hay interdependencia e interrelación, ¿cómo es posible controlarlo todo?


Claudio Daniel Rios

sábado, 10 de diciembre de 2016

Natural...mente.





Frases como: "Comer cuando se tiene hambre" o, "dormir cuando se tiene sueño", son modos de ejemplificar, dentro de las prácticas de zazen, cómo ha de funcionar la mente natural.
La mente natural o naturaleza de Buda que todos ya somos pero que aún no todos hemos alcanzado a vislumbrar y comprender, es en sí misma la práctica de saber estar aquí y ahora con lo que en verdad sucede y sin que haya necesidad de sumar o restar nada que nos aleje de lo que ES.

Lo adquirido como hábito dista mucho de estos conceptos porque como todos bien podemos comprender, a lo que estamos más acostumbrados es a que las cosas, lugares, situaciones o personas, queden sujetas bajo nuestro entero control sin notar que, cuanto más control buscamos ejercer, más esclavizados terminamos por esa misma acción siendo que, si nos animásemos a soltar el control... ¡lo controlaríamos todo!

¿Que cómo es que eso sucede? Simple, si tan solo nos atenemos a lo que tenga que ser hecho de vez en vez sin interferir forzando las cosas para que quepan donde, como y cuando lo queremos sin medir nada más que nuestro apego a controlar, todo se realizara en su justa medida y al tiempo de maduración indicado por la propia esencia o naturaleza de la cosa en sí.

Veamoslo de ésta manera. Desear que la vida nos sonría, que la salud no se deteriore,como tampoco nuestro nivel de vida laboral o económico, son algunos de los deseos que bien podemos denominar saludables sin embargo, si no caemos en la cuenta que mucho de lo que puede hacer posible o no que dichos deseos se concreten no depende únicamente de nosotros sino, de leyes propias a un universo que nunca, pero nunca se mueve impulsado por, "bueno", "malo", "lindo o "feo" y si por lo que ES es decir, el fuego sube y calienta y el agua baja y enfría, el sufrimiento será el destino marcado que esa falta de comprensión acarreara.





Me detengo aquí, en la falta de visión clara que no permite VER cómo es que mi verdadera naturaleza pulsa por seguir sus propias leyes, al tiempo que me esfuerzo por lograr que todo suceda según lo planeado; en consecuencia y si me prestan un poquito de su atención, es muy probable que logren notar cómo el acto mismo de resistir y por ende de luchar para llegar a la meta, acaba siendo en sí mismo una oportunidad para dejar de controlar y soltar. ¿Por qué digo que es una oportunidad? Porque si observamos con cuidado el denodado sacrificio y consecuente sufrimiento que conlleva el querer amarrarlo todo, podremos descubrir cómo debajo de esa batalla feroz, se haya una naturaleza poderosa asomando para que una vez sentida en todo el cuerpo, nos podamos sentir íntegros y en paz con la vida tal cual se presenta con la etiqueta apropiada a ese momento perecedero, trascendente e irrepetible.

¿Qué hacer? Dos preguntas: ¿quién resiste y lucha? y, ¿a qué resistimos en realidad? No voy a contestar la primera, esa la dejo para que cada quién haga su tarea. La segunda, a qué resistimos, la explico así;:resistimos a nuestra verdadera naturaleza. A nuestro capital humano. A nuestro entero potencial. Ese que tarde o temprano se hará presente, mal que le pese a alguno, para que desde esa matriz nuestra vida siga el curso que vino a completar. ¿Por qué si podemos ser felices nos resistimos tanto? Por que no conocemos otra cosa que lo condicionado, lo viejo conocido y que de tantas veces repetido se nos hizo cayo.Tanto así, que terminamos convencidos de que hay que defender dicha identidad a lo que de lugar porque de lo contrario dejaríamos de "ser", de pertenecer...

Dejar ir toda resistencia y permitir que el propio cuerpo nos muestre de qué estamos hechos ya que cuando lo descubramos, notaremos que es mucho más importante cómo hacemos que el por qué o el para qué pues, el cómo del que hablo no sabe de estatus social, religión, color de piel o ideología; el que somos sabe que cada momento  en el que nos encontremos ya sea barriendo, manejando, dirigiendo una empresa, atendiendo un kiosco, haciendo un masaje o cualquier otra actividad a través de la cual podamos ganarnos decentemente la vida, será tan siquiera un medio para que a partir de el lo que de verdad se construya, se eleve y se potencie, sean nuestras virtudes, se aprecien nuestras sombras y se pueda ir más allá de toda dualidad haciendo de la acción un fin en sí mismo para bien propio y el de todas y cada una de las criaturas del planeta.
Para decirlo más clarito: si nos toca limpiar un baño, traer al mundo un hijo, o dar de comer al perro, que sea con amor, respeto y gratitud porque lo demás, se hace solo y lo que tenga que venir, sucederá por la acción amorosa misma y nada más.





Entonces, cada vez que nos veamos resistiendo y controlando, recordemos que ese hecho en sí mismo, nos está dando la ocasión de ver qué hay debajo para que la atención se dirija allí, hacia nuestra naturaleza intrínseca y la dejemos SER.

Claudio Daniel Rios

jueves, 1 de diciembre de 2016

Practicar con alegría





Resistirse es luchar
luchar es no haber podido aceptar.
No aceptar es no ver que, lo que es, es lo que es.

No ver lo que es, nos esclaviza a empujar las cosas
controlar todo y a todos todo el tiempo convirtiéndonos en lo mismo contra lo que luchamos.

El esfuerzo que ello conlleva nos oculta la luz y el sol que poseemos
nos ensombrece.
Sin la propia luz, la de los demás no podrá ser percibida porque, toda vez que algo gana nuestra atención, eso mismo es lo que somos por ello lo percibimos. Entonces, ¿como saber que el otro está dándonos su amor si aún no hemos podido contactar con el nuestro?
Del mismo modo, es que no puedo saber qué es la paz si no la he experimentado, como tampoco puedo conocer el dolor, si no soy cuerpo.

Soltar toda lucha, hacer lo que tiene que ser hecho, con confianza, perseverancia, respeto, responsabilidad y practicar con la mayor alegría sin ánimo de enseñar nada, de transmitir intencionalmente nada porque después de todo, quién tenga que aprender lo hará y quien no...
Por eso, solo practicar en la serena alegría de existir y todo, absolutamente todo será realizado a su tiempo y forma.

¿Qué practicamos? Preguntarán - ¿zazen, recitar mantras, cuidar a nuestros hijos, trabajar, ganar dinero, hacer el amor? Si, pero en el eterno fluir de la vida haciendo cada día lo que debe ser hecho sin más propósito que el de vivir plena, sabia, agradecida y alegremente el don de Ser.

NOTA: Estas palabras son el resultado de una amena, relajada y sonriente charla que mantuvimos mi pareja y yo con el Monje Budista Gustavo Aoki, mientras cenábamos y celebrábamos mi cumpleaños el martes en su restaurante aquí, en Bs As. . Gassho Maestro por tan linda velada.