"El camino que elegimos para evitar nuestro destino, es el camino que nos llevara hacia nuestro destino"...
Por mucho que nos empeñemos en que cada detalle se mantenga bajo nuestra órbita, mayor sera el desperdicio de energía que obtendremos pues, a mayor distribución de atención, mas debilitados nos volvemos. De ahí que se diga que donde hay energía en potencia, es donde más concentrada se encuentra. De todos modos, es conveniente que aprendamos a hacer un uso moderado de nuestro caudal emocional, psíquico y físico ya que de esa manera lograremos un hacer fluido y natural en cada circunstancia vivida.
¿Cómo esto se logra? Pues bien, pensando menos y viendo con más claridad porque cuanto más y peor pensamos, más lejos nos encontramos de ver lo que es de lo que busco que sea o no sea..
¿Qué cómo se deja de pensar? Atendiendo a cada pensamiento como si se tratase de nubes surcando el cielo o sea, dejándolos pasar para de ese modo no perdernos en elucubraciones o fantasías y así, duela o no, ver lo que es de lo que no es.
Solo es necesario una cuota diaria de práctica en la atención plena sobre nuestro hacer, decir y pensar y entonces, cuando eso se realiza es cuando comprobamos cómo nuestra vida, con sus quejas y reclamos, como con sus placeres y alegrías o frustraciones, se concreta basada en los pensamientos recurrentes y hasta incluso obsesivos que producimos y acrecentamos cotidianamente.
Ver lo que ES, es salir de la ignorancia que se produce al estar más pendientes de que todo se mantenga en nuestras manos que de dejarlo SER, como mencionaba en la primera parte de éste texto.
¿Y por qué necesitamos siempre sentirnos seguros y supuestamente felices? Por MIEDO. Miedo a casi todo es lo que ha copado la vida de miles y millones de personas que, sin notarlo, quizás, han dejado que sus mentes se pueblen de pensamientos basados en que, algo malo nos puede pasar. Cuando la realidad es que mucho de eso "malo", la mayoría de las veces solo sucede en la mente pensante y no tanto frente a nuestros ojos.
Tomando en cuenta lo mucho que dedicamos nuestro tiempo y energía a suministrarnos altas dosis de temor, no percibimos el auto engaño y el consecuente abatimiento de nuestras defensas corporales y mentales que, ya enflaquecidas y anestesiadas de pánico, solo pueden contraer enfermedades. La enfermedad consumo de medicamentos, también por miedo a que algo peor ocurra creando así un círculo sin fin de derrota emocional, mental y corporal.
Por último, nuestra mente natural se vuelve concreta y veraz cuando nos movemos en la vida desde el amor y la compasión hacia todas y cada una de las formas en que dicha naturaleza se manifiesta, comenzando por amarnos y tratarnos con más respeto y gratitud. Lo que esto significa no es más que comprender que si no vivimos por el bien estar general o, al menos, para evitar el mayor daño posible, solo nos mantendremos en la ignorancia que se produce al no poder VER y comprender que no hay un"yo" que pueda existir desde la separación o el mero individualismo sino que, ese "yo" existe siempre en relación a algo o a alguien y sin que por ello dejemos de ser, a un mismo tiempo, nosotros mismos. Entonces, sin hay interdependencia e interrelación, ¿cómo es posible controlarlo todo?
Claudio Daniel Rios
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