viernes, 10 de julio de 2020

La palabra crea tu realidad (Noveno obsequio)

¿Que tal si ponemos algo de atención en las palabras que usamos para definirnos o al hablar acerca de otros o del mundo en general?





La pobreza se ha metido en nuestras conversaciones, nos habla al oído. Para no arraigarla, deberíamos erradicar para siempre algunas expresiones de nuestro VOCABULARIO y de nuestra MENTE . Entre ellas:

1) POCO A POCO: Cuando la mayoría de las personas empiezan algo, suelen afirmar: "avanzaremos poco a poco". La palabra “poco” ¿Qué imagen ves cuándo escuchas la palabra “poco”?. Presta atención a esto: "Lo haremos poco a poco"o, Lo haremos paso a paso." 
La segunda expresión es más edificante, construye un cuadro mental de más fuerza y posibilidad.

2) NECESITO: Esta palabra significa CARENCIA. ¿Qué ves o qué sentís cuando escuchas la palabra "necesito”? "Necesito un trabajo, necesito dinero, necesito mejorar, necesito apoyo...".Cambia tu lenguaje y decí: ¡quiero dinero, quiero otro trabajo, quiero mejorar, quiero apoyo, quiero cambiar! El solo hecho de pronunciar las palabras desde una posición ACTIVA, de DECISIÓN y VOLUNTAD, ya cambia tus cuadros mentales.

3) VOY A TRATAR: Otra expresión muy usada es "voy a tratar" (es casi como fracasar en el intento). Alguien decía: "estamos cansados de los 'tratadistas', se precisa gente que lo HAGA". Es tan simple decir: ¡lo haré! y Si no podes o no querés hacerlo, sencillamente decí: ¡no lo haré!. El mundo no se viene abajo, sigue su curso. No pruebes suerte, no lo hagas "para ver" como te va. Así que cada vez que decís “voy a tratar", estás acostumbrando a tu mente a "intentar", a "negociar”. ¡No negocies con tu mente, dale las órdenes y obedecerá!

4) VALE LA PENA: Otra expresión común del vocabulario de la pobreza es "vale la pena”. Pena es tristeza, dolor, angustia!. Lo que vas a hacer no vale la pena, vale el esfuerzo, vale la satisfacción, la alegría.

5) EN LA LUCHA: Es una respuesta típica en muchas personas, cuando le preguntan" ¿cómo estás?" "Aquí, en la lucha". No te das cuenta que tu afirmación inconsciente está creando en tu vida la sensación de "luchar", de ir contra lo difícil, contra obstáculos, lo cual experimentas día a día sintiendo en realidad que luchas contra muchos para poder conseguir lo que querés. En lugar de eso, podrías crear otra afirmación que recree otro escenario en tu día a día. Por ejemplo, responder: ¡excelente!, ¡Confío,!,¡Con Dios y pa’lante!, o cualquier otra afirmación positiva.
En caso de que no sientas que te va bien, admitilo. No necesariamente tenes que andar por la vida dando lástima de lo mal que te va, simplemente se consciente que, por ahora, estás en una situación que no te agrada pero que, harás lo que esté a tu alcance para superarlo y , sobre todo, aprender algo más sobre vos mismo a partir de ello.


Hay que prestarle atención a las palabras. Una palabra es un pensamiento hablado. Un pensamiento es una palabra en silencio. Las palabras son un poder, energía creadora: crean ideas, crean sensaciones; lo que escuchas puede determinar lo que sientes. ¡Las palabras crean cuadros mentales!

Ejemplo, "Voy a buscar trabajo" Al decir esto, el universo escucha que vas a dedicarte a buscar, por lo tanto, sólo usaras tu tiempo para buscar y no, para ENCONTRAR. La que sería la palabra adecuada a este caso. Salir a encontrar.
Otro: "Quiero tener una pareja" con lo cual, siempre encontrarás personas casadas porque decís pareja y no,  por ejemplo,"quiero un hombre o mujer para hacer mi pareja".

Un consejo popular dice: - "piensa antes de hablar." La verdad, no obstante, es que nadie puede hablar sin pensar. Cuando alguien dice algo "sin pensarlo", en realidad lo pensó sin darse cuenta; fue un proceso que ocurrió en su subconsciente y que pasó inadvertido. Es casi un acto automático. Del mismo modo que nadie puede dar lo que no tiene, nadie puede expresar lo que no piensa. Incluso, el acto de mentir, exige un nivel de pensamiento y creación.
Por lo tanto es indispensable la atención en el acto de hablar para concientizar el pensamiento y sentimiento del que emanan las palabras emitidas.

Las palabras tienen poder porque son escuchadas en la mente, tanto del que las oye como del que las pronuncia y las convierte en imágenes. Cada palabra la hemos asociado a una imagen y a una determinada sensación. Por ejemplo, cuando escuchas la palabra “AVIÓN”, lo más probable es que tu mente ve un avión. E incluso lo ve volando. Las palabras crean imágenes y esas figuras mentales amplifican lo que somos. Tienden a acentuar nuestros sentimientos más básicos. Las palabras son decretos. Está en el libro de Proverbios, escrito por el Rey Salomón: - ¡La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos!. Otra traducción dice: - ¡Quien habla del bien, del bien se nutre!.
En la cabala judía se dice: La crítica o el chisme, mata energéticamente, a tres personas, al que se critica, el que escucha y quién pronuncia el chisme. Esto no es una creencia sino, un HECHO CONCRETO.

Cuando escuchas con detenimiento el vocabulario de la mayoría de personas (quizás el tuyo también y no lo habías notado), lo que encontrás son palabras de escasez. Al ser pronunciadas constantemente, esas palabras son semillas de pobreza. Por ejemplo: "ojalá", "vamos a ver", "hay que probar suerte", "Dios quiera". Eso es pobreza mental que se expresa como pobreza en el vocabulario
Tomando la expresión "Dios quiera"., veamos dos acepciones: Si dejamos todo librado a Dios, nos volvemos víctimas, mendigos y dependientes y, si creemos que todo depende sólo de nosotros mismos, cometemos arrogancia o soberbia. En ambos casos y por no conocer el valor supremo de la palabra, de lo que careceremos es de consciencia espiritual.

¡Cambia tus códigos mentales y tu vida cambiará!

En el mismo sentido, observa esta palabra: bendición. Lo que significa es "Bien decir o decir bien". En sentido contrario, maldición significa, decir mal.  No creo necesario explicar la diferencia de sensación y realidad que cada una genera cuando las afirmamos, ¿verdad?

De todos modos, lo importante es que hagas tu experiencia y para eso, es preciso ESCUCHARSE. Si, estar más atentos a la propia escucha con lo cual, será más sencillo ir cambiando no sólo el modo de hablar, también se modificará sustancialmente la consciencia de quién habla y la realidad que generaremos.

De la pobreza, a la abundancia. De la escacez y la dependencia del "no puedo, no sé, no tengo o no debo" al descubrimiento de cuanto puedo, cuanto sé, cuanto tengo y cuando, sí debo.

No olvidemos que Yeshua o Jesús decía: "No es tan importante lo que entra por la boca, como lo que de ella sale"

Todas las culturas antiguas evolucionadas en espíritu y sabiduría, siempre mencionaron que el origen de toda creación es y ha sido, el sonido, la palabra, el Om, el Verbo, la lengua.
Por último y, en este mismo sentido: ¡De la abundancia del corazón, habla la boca! Hablemos entonces, de ABUNDANCIA.

Shodo Rios

2 comentarios:

  1. Excelente nota Claudio. Te felicito. Me encantó. Cuánta verdad !!.Para leerlo más de una vez, sii
    Un abrazo ❤️

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    1. Hola Lili. Si, es muy bueno observar el poder de la palabra y sus efectos. Gracias una vez más por acompañarme. Abrazo grande

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