Que tal si hoy hoy me permitís proponerte el siguiente ejercicio en dos partes.
Se trata de que anotes en un papel o cuaderno, el nombre de todas aquellas personas que, a lo largo de tu vida, hayan sido de gran influencia en tu modo de ser y vivir.
Personas que hayan dejado huella en tu andar por este mundo, incluidas, aquellas con las que, quizás, pudieron haberte hecho daño, pero que, a la larga, supiste aprender algo que mejorara tu relación con vos mismo o con los demás.
Personas y relaciones que evocaron lo mejor de vos a partir de lo que pudieron darte, enseñarte o ayudarte en tu vida.
Esas personas pueden ser familiares, amigos, conocidos; profesores, maestros, vecinos; seres trascendentes de otras épocas y tiempos. Sin importar si aún viven o no.
Entonces, a medida que anotas el nombre de la persona, a continuación explica lo que de ellas o con ellas aprendiste y que te resulta tan valioso. Como el más apreciado de los tesoros y, al final de la frase cerra con la palabra GRACIAS, escrita así, en mayúsculas.
No te apures y sentí, lo que vas haciendo. Por supuesto, no tendrás que mostrar esa nómina a nadie, excepto que así lo quieras.
La segunda parte del ejercicio consta de que, al final de la jornada te preguntes ¿De qué me siento agradecido/a hoy?
¿Qué aprendí de nuevo en este día? o, ¿Qué cosa diferente hice de lo habitual?
¿Acaso me descubrí haciendo algo creativo, algo que modificara mi rutina diaria?
¿Qué aspecto de mi personalidad vi mas claramente para corregirlo o continuar regándolo porque lo siento saludable?
Cualquier cosa que sientas como digna de destacar acerca de vos mismo y tu mundo inmediato.
Importante, no tiene que tratarse de nada extraordinario. Bien puede ser haber mantenido una rica charla con alguien. Cambiado una planta de su maceta. Leído algo que te nutriera el alma, etc.
Por último, escribas o no lo que aprendiste hoy, siempre que te sea posible, no te acuestes sin hacerte esa pregunta, ¿qué aprendí de nuevo hoy acerca de mí y mi vida?
Aunque no lo creas (no se trata de creer sino de hacer para saber) realizar este tipo de acciones diarias, va disminuyendo, entre otras cosas, el automatísmo, la rutina gris y pesada y también, acrecienta el amor, el respeto y la gratitud hacia vos mismo y la vida.
Gracias y hasta mañana.
Shodo Rios
Hola Claudio, te cuento que ayer me descargué una aplicación para hacer collage de fotos, extrañaba y sentí la necesidad de acercarme a mi familia y amigos a través de ellas. Lo hice y se las envié hoy. Me hizo muy muy bien, me sentí cerca de ellos, comenzamos a dialogar y así mi día fue diferente, y aprovechando que hoy por la mañana el sol estaba increíble fui a dar vueltas manzana en bici, respirando aire puro, observando los árboles y contemplando un cielo por demás celeste. En verdad me sentí feliz. Son las personas que necesito en mi vida y que agradezco cada día. Debo reconocer también que esto que estoy haciendo, me refiero al ejercicio sugerido por vos me hace dar cuenta que se es feliz con poco, los afectos, las personas amadas, el estar viva, el respirar, contemplar....lo simple. Te agradezco mucho tus enseñanzas, tus palabras. También sos importante en mi vida, con todo respeto. Un abrazo y nos seguimos acompañando.
ResponderEliminarP.D.: y cuando vine de andar en bici, Nino me esperaba con un asadito 😅😅(un genio).♥️♥️
Gracias Claudio! como siempre, tus regalos hacen la vida más placentera. Por esta cuestión de la sincronía hice este ejercicio hace unos días, pero me faltaba la 2da parte!
ResponderEliminarAhora sí. La pregunta a nosotros mismos.