viernes, 29 de marzo de 2013

Un gesto simple


Mezclar, amasar, unir.
Respirar...
Todo se combina cordialmente.
La pasta trae aires y sol de lugares entrañables.

El agua hierve, el vino late. Las cebollas, el orégano y los ajos no reniegan de mis manos.
El tomate reposa a corazón abierto.
El aceite de oliva perfuma de tierra madre, semilla y árbol los alimentos.

Ver el todo en cada color, en cada forma.
Respirar los aromas...
Saborear los jugos, las texturas.

Saborear es saborearse.
Saborearse es mucho más que conocer.
Saborearse es saberse ser.




Publicado por Claudio

6 comentarios:

  1. Reconozco en este gesto simple, tu bello espíritu
    ¿¡Cómo van a renegar de tus manos cuando en ellas se sienten venerados?!.Por eso entregan a tus sentidos todas sus virtudes.
    Que bueno que en este gesto habitado expreses tu alegría de vivir.
    Te abrazo desde el corazón.

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  2. Muchísimas gracias Adriana

    Un fuerte abrazo

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  3. Preciosas palabras, Clau, cuánta poesía para describir lo más simple y cotidiano, que es, al mismo tiempo, extraordinario y sublime.
    Las pastas, sus salsas y sabores siempre generan un aroma entrañable, que nos envuelve y nos transporta. Desprenden perfume a hogar y calidez, a reunión y sentidos despiertos.
    Hermosa reflexión, desbordante de sensibilidad. Besos y abrazos!!! Me voy a preparar unas pastas... ;-)

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    1. Ja,ja, Si Marielita, que te salgan bien ricas y sabrosas.

      Gracias, como siempre.
      Abrazos muchos

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  4. Hermosa entrada!!!!!! Añoro la salsa que preparaba mi maravillosa abuela italiana para las pastas de los almuerzos de los domingos, recordando su fragancia y su sabor tengo la sensación de también saborearla a ella….
    Besosss!!!

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  5. Muchísimas gracias Lucía

    El aroma de la salsa se percibe hasta acá.

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