Le decía una flor de cempasúchil a una rosa:
Mi hermana, dime ¿Que sientes como rosa al tocarte la mano del viento y acariciar tus pétalos?
Y la rosa le respondió:
Siento el fruto de todos mis esfuerzos, desde cuando era tan sólo una esperanza y aún dormía dentro de mi la inquietud por ser hermosa.
Y la rosa miro al cempasúchil y le dijo; ¿y tu?, ¿qué sientes tu?
Y él le susurro sonriente:
Yo no siento nada. Tan solo doy mi aliento para diluirme entre los cabellos del viento y llegar a perfumar a todos los rincones de su cabeza.
Y una tarde vino la mano del viento y sacudió con tal ímpetu al jardín que deshojo a la rosa y al cempasuchil.
Y el espíritu de la rosa sufrió mucho al ver que ya no tenía forma de rosa, sin embargo el espíritu del cempasúchil se sintió dichoso pues ya no estaba atado a la forma del cempasúchil , pudiendo llenar ahora todo el ambiente.
"Así hablaba Qetzacoatl"
Publicado por Claudio
La rosa comprenderá a su tiempo.Su espíritu danzará con el del cempasuchil.
ResponderEliminarEntre los cabellos del viento sentirá que ambos son UNO y las formas son solo ilusiones.
Nada se resiste a la danza amorosa del viento.
Con amor Adri
Gracias Adri
EliminarAbrazos