jueves, 26 de enero de 2017

No te cuides...





No te cuides para no enfermarte.
No te cuides para sentirte "siempre" bien.
No te cuides para no envejecer.
No te cuides para conformar a otros.
No te cuides para bajar de peso.
Menos aún, no te cuides porque está de moda.

Si te cuidas para algo, en realidad es porque todavía no comprendiste qué es cuidarse y como se hace.
Si te cuidas por alguna de estas causas, u otras similares, es porque lo que impera en vos es la creencia de lo que "tiene que ser" para que seas y no, quien en realidad ya sos.

Quien se cuida para algo, lo que sea, no notara que estará poniendo mucha más energía en obtener resultados y poca en observar qué y como hace para ir hacia ese destino o sea, no estará en el presente con lo que realmente sucede y si, en el futuro o lo que sería igual decir, lo condicionado, lo ilusorio, lo que no es más que una idea, incrementando de ese modo sus creencias de quién debe ser sin captar, con ello, todo el tiempo que ocupa en disminuir el poder de quien ya es.

Tener una actitud preventiva es siempre saludable pero, y basándome en mi experiencia laboral, puedo argumentar que es tanto lo que gana el miedo a, "lo que puede pasar", como si únicamente pudiesen pasarnos cosas malas, que la persona acaba por confundir prevención con temor por lo cual, no notara que la verdadera intención de cuidarse radica justamente en esa emoción y no en un cuidado sostenido en amarse y disfrutar por el solo hecho de cuidarse. Y es que de esto se trata, sin nada más que obtener o lograr, sin segundas intenciones. Sin volver cada acto en un medio para...y si, una acción solo por amor, respeto, gratitud y alegría por el hecho mismo de estar vivos y capacitados para bailar haciendo lo que el corazón canta y el cuerpo necesita. Ahora bien, ¿sabes lo que tu cuerpo necesita?...Me atrevo a asegurar que en la mayoría de los casos la respuesta es, no.
Es no porque lo que las personas dicen conocer de sí mismos, no es más que su sistema de creencias, lo que tallo en ellos la costumbre, la cultura, la formación académica y, sobre todo, la moral social tan arraigada en el "deber ser"; tanto así que, difícilmente puedan reconocer lo que les es natural a su condición humana de lo que han tomado de otros y continuaron prolongando como si les fuera propio.

No te preocupes, nadie escapa al molde cultural, social, religioso o de cualquier orden que se te ocurra. El asunto es más simple, ponte más atención desde una mirada silenciosa, sin juicios o argumentaciones pretenciosas, y vas a poder recuperar la energía y el poder para salir de lo que los demás esperan de vos, hacia lo que de verdad sentís que no es otra cosa que volverte verdadero y sincero con tu vida.

Hacer del cuidado un medio para algo, es segur mirando solo para afuera convencidos de que en ese lugar se encuentra lo que nos hará bien. Lo cierto es que todo lo que afuera te atraiga, rechaces o niegues, no es otra cosa que aspectos tuyos que aún no has aceptado, integrado y desarrollado en vos mismo.
Partiendo de esta verdad, la que solo se conoce por experiencia y no por teorías o filosofías, pensá que cuando te cuidas, lo haces convencido de que lo correcto es adecuarse a los estándares que el mercado de consumo impone y explota en lugar de hacer un alto a tanta oferta, supuestamente llena de vitalidad y, permitirte practicar la única actividad que logra recuperar la conciencia de lo completo que ya sos y de cuanto menos necesitas.
Esa práctica es la "atención plena" o meditación. Y es así porque la atención plena o sea, ver las cosas tal cual son, es la forma en la que podemos tomar conciencia de la totalidad de los hechos y no solo de sus partes, conociendo las causas, condiciones y resultados de nuestro hacer diario.
La atención plena es la que ayuda a soltar todos aquellos aspectos y comportamientos que obturan y deprimen el chi o energía vital, la que muchas veces perdemos sin siquiera saber bien cómo. De ahí que se vuelva difícil recuperarla pues, ¿como se recupera lo que no se dónde ni cómo lo perdí?

Estar atentos y presentes, es una de las mayores bendiciones con las que podrás toparte en tu vida.
Por ejemplo, al hacer una respiración completa, estarás practicando el hacer/sentír/pensar a un solo tiempo y sin escalas, de ahí que cuando te surjan preguntas del tipo ¿quién soy? o, ¿quién respira? No las contestes, solo escuchalas y deja que tu verdadera naturaleza te lo cuente. Ella, es la única que sabe quién sos, no tu mente llena de pensamientos viejos.

Párrafo aparte





Voy a dedicar unas breves líneas para esas personas que deliberadamente o no, practican el no cuidarse de modo alguno. Esas personas que siempre tiene una y mil excusas a mano, "que el calor, que el frío, que el trabajo, los hijos" o que, "no tengo tiempo". Para los que el otro o lo otro siempre es más importantes que ellos mismos. Los que, "van a empezar la dieta el lunes o las actividades en marzo" Es decir, los eternos auto postergados. A ellos de corazón les digo, continúen viviendo de esa manera... Si, como leen. No cambien nada porque aún no es la hora. Y eso es así porque para que algo se transforme de verdad, primero se tiene que agotar, concluir. Apresurar las cosas con más obligaciones y presiones de las que ellos mismos se auto imponen, crean y mantienen, produciría un colapso del que probablemente no se puedan reponer.

Entonces, si estás en ésta lista, lo cual significa que estás dando un primer paso muy importante que es, aceptar que no te estás queriendo, (recorda que todo lo que hacemos en nuestra contra es hija del miedo) lo que puedo sugerirte es que toda vez que estés esquivándote a vos mismo/a con una de tus tantas justificaciones, lo que puede ayudarte a que cuando el ciclo de indulgencia y poco buen trato finalice y no te quedes vacío/a de toda voluntad para reponer algo de los daños generados, te ayudara y mucho practicar la atención plena pues, quizás, un buen día, esa atención o actitud meditativa, te conduzca al despertar; a vivir plenamente en cada momento y te veas y sientas como te envuelve y te eleva una energía llena de amor y respeto donde el agradecimiento será lo primero que se manifieste y con ello, nada de lo que realmente te sea necesario, te faltara.





Para concluir:
No hagas ejercicio, disfruta de mover tu cuerpo.a su propio ritmo.
No hagas dieta, come dando gracias por poder hacerlo y disfruta de nutrirte, no de atragantarte.
No vivas haciéndote cirugías y mal gastando plata en cremas o tinturas. Ama tus arrugas y tus canas que en ellas está escrita tu vida, tu irrepetible historia.

No debilites tu poder o capacidades quejándote siempre de lo que no te gusta. Cambalo, cambiate, transformate.
No hagas planes todo el tiempo. Goza enteramente de lo que tenes ahora.
Medita, medita, medita.
Busca herramientas, porque capacidades ya tenes, solo hace falta que las descubras.
Durante todo un día o, unas horas o al menos por un minuto, no hagas otra cosa que...observarte sin hablar u opinar..
Hace lo que te nazca desde bien adentro, miralo, sentilo, no te arrebates, respira, calmate o enojate y si es así, se puro enojo pero, con la luz de la atención plena siempre presente para que ninguna emoción te ahogue.
Dejate ir. Dejate hacer. Dejate ser.

Como diría el recientemente desaparecido Horacio Guarany: "Ser feliz es una obligación"
No seas irrespetuoso con tu vida y la mal gastes que después de todo es la única que tenés y no hay ni la más mínima garantía de poder tener otra vida, otra oportunidad.

Claudio Daniel Rios



No hay comentarios:

Publicar un comentario