jueves, 27 de octubre de 2016
Cómo podría...
Cuando me tapabas el sol
cuando me ahogaba tu voz
cuando te llevabas mi lengua
como podía odiarte
Cuando me apurabas a empujones
cuando me detenías bajo amenaza
cuando en el alma no llovía y por un tiempo nada florecía
como podía odiarte
Cómo podía, hoy me pregunto, si vos...sos yo
Ese yo pequeño que buscaba compensarse a sí mismo
hirviendo de furia
alzándose de soberbia
y cayendo y cayendo tantas veces
pero tratando de que nadie lo vea; absurdo, no? si alcanza con que yo te vea y te alce
y te sostenga la misma cantidad de veces y te apoye mi mano en tu pecho, que es el mío
para detener el vendaval y el miedo y el desamparo hasta la calma más profunda.
Y una vez allí, donde todo por ser tan oscuro aterra, animarse a encender el fuego de ver más allá de las formas y los colores para descubrir, no sin cierto asombro, cuanto oxígeno aún queda para continuar el viaje y al fin aprender a andar más suelto de prendas ajenas.
Cómo podía odiarte me pregunto y sin embargo, si así no fuera, de que manera hubiese descubierto que esa misma puerta conducía al amor, a la vereda del sol, donde mi niñez aún salta en una rayuela que lleve a un cielo de pura conciencia.
Sin odiarte, amigo pero sin amarte también, cómo podría hoy, volver a ver la foto de mi madre
para agradecerle, como muchas otras veces, por la vida.
O escuchar a mi viejo y sonreír por lo bajo, reconociéndome en su sangre y en la de aquellos que llegaron de los barcos.
Cómo podría hoy, sin conocer el dolor y el desgarro, sentir tu temblor como mío, tu amor como nuestro.
Cómo podría entonces, sin la duda poner el cuerpo
sin la palabra saborear el silencio
sin la premura ofrecerte sosiego
sin la muerte soltar mi aliento.
Cómo podría amor,
sin cada una de esas vidas a las que llego, lejanas y cercanas a su vez,
continuar aprendiendo.
Cómo podría ser algo más
que arena entre los dedos
devenir
y tiempo...
Claudio Daniel Rios
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