Quien no pueda o se niegue a comprender arrancará la flor para ponerla en un florero y mirará sin ver la agonía de su propia agonía.
La belleza de la existencia no será percibida más allá del arrebato del contento inicial e inútilmente se buscará evitar el dolor cuando la flor se marchite.
El maestro zen Katsuki Sekida lo expresa así:
En honduras de montañas y barrancos escarpados, brotan flores ignoradas por el hombre, y desapercibidas fenecen.
La existencia no existe para los demás. Es de sí misma, para sí misma, y por sí misma.
En solitario retiro,
entre las rocas alpinas,
del susurro de la brisa,
la clavelina silvestre consigo se regocija.
La belleza de la naturaleza es la manifestación de la existencia misma. Es hermosa simplemente porque es hermosa.
Decir que el color son ondas de luz y nada más es desatinado.
La existencia produce su propia belleza para sí misma y la aprecia para sí misma.
Publicado por Claudio
Preciosas palabras, hermosa reflexión!! Me quedo pensando... será por eso que se me parte el alma cuando veo que podan un árbol, o cuando lo talan directamente?? Un beso grande!!
ResponderEliminarTe agradezco tu nota y te envio unos haikus que como sabes son un camino hacia el equilibrio de cuerpo y alma
ResponderEliminarEl caracol
ni siquiera le echa un vistazo
a la flor escarlata
Las flores estan en su esplendor
y no saben
que estoy envejeciendo
Sobre las desnudas flores
acabo de ver
el hombro de la montaña y el mar
Con todo mi cariño ADRI
Ah, esto se volvió interactivo... jaja... qué bueno, me encanta!! Gracias, Adriana, por compartir estos haikus, son preciosos. Me hiciste acordar a los que escribió Mario Benedetti, que son muy bellos también. Saludos y besos para todos!!
ResponderEliminarque hermoso cuando notamos que podemos vernos sin dañarnos, que no hace falta arrancarnos de ningún sitio sino entrar en comunión y existir sin perder la verdadera belleza y así por siempre manifestarnos para la vida
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