martes, 28 de mayo de 2019
Lo único sagrado, es la vida
Lo único sagrado es la vida.
La vida.
La vida en todas sus muchas e incontables formas, es lo sagrado.
No son sagrados los templos ni las iglesias.
No lo son los caminos ni las piedras.
Lo único sagrado es la vida.
No hay nada de sagrado en las banderas, los himnos o las fronteras.
Nada hay sagrado
más que la vida.
No es sagrado un libro. Menos aún las ideologías, los dogmas, la moral religiosa o las doctrinas.
Nada es sagrado, excepto la vida.
No una vida o dos, no la del panda o la de la abeja; tampoco la del árbol talado o la de la verdura con pesticidas. Toda vida es una sola vida, toda vida es bendita.
La vida es sin nombre porque el nombre la vuelve cosa, mercancía. La vida hecha cosa entonces, se desea, se conquista, se la aparta, se la esclaviza, se la tortura y aniquila porque después de todo,·hay tanta "cosa" que puede arrebatarse cuando se nos plazca que, qué más da si se la idolatra o martiriza.
Como una burla del destino la vida, abundante, inteligente, simple y misteriosa, siempre será vida aunque a tantos les pese y para muchos más no valga nada, porque igual los seguirá habitando aunque nunca se enteren, y se los acabara llevando desnudos y sin prisa.
Sólo hay esta vida,
la de este instante efímero;
viento que sopla y se escapa.
Se es la vida sacra, cuando no quedan pensamientos que anhelen atraparla.Y si no hay pensamiento ni quien piense entonces, nada hay de sagrado; ni la vida siquiera, que solo ES.
Es la vida ese silencio que se escucha
cuando volvemos a ser
nada.
Shodo Rios
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