martes, 14 de febrero de 2017

La reverencia






"Cuando todo existe en tu gran mente, todas las relaciones dualistas se derrumban. No hay distinción entre cielo y tierra, hombre y mujer, profesor y discípulo. A veces un hombre se inclina ante a una mujer; a veces una mujer se inclina ante a un hombre. A veces el discípulo se inclina ante al maestro; a veces es el maestro es quien se inclina frente al discípulo.
Un maestro que no pueda inclinarse ante a su discípulo no puede inclinarse ante Buda.
A veces el maestro y el discípulo se inclinan juntos ante Buda. A veces podemos inclinarnos ante perros y gatos!

Shunryu Suzuki - Monje Budista de la escuela Soto Zen - (1904 - 1971)

Hacer reverencias dentro de la práctica Budista, es una oportunidad única de inclinarnos ante nuestras debilidades y condicionamientos egocéntricos insanos voviéndonos flexibles, humildes, modestos, compasivos y profundamente agradecidos de haber nacido en un cuerpo humano pues, somos los únicos que concientemente podemos alcanzar la máxima comprensión. ¿Qué comprensión? La comprensión de nuestra verdadera naturaleza para el propio desarrollo espiritual y el de los demás seres que habitan el universo. No hay comprensión sin práctica. Practica tu reverencia desde el corazón antes, durante y después de zazen y en cualquier lugar o momento en el que te encuentres.
Gassho

Claudio Daniel Rios

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