lunes, 9 de mayo de 2016

Fuse (Dar) La más elevada virtud





Cuando el rumbo de nuestras vidas se dirige hacia el zen, donde la práctica esencial es zazen, es en ese momento cuando se produce nuestro primer "fuse" o acto de dar, solo que aún no lo sabemos, por qué? Porque aunque todos entendamos el dar como una acción que realizamos hacia otros, ese primer gesto de sentar en zazen , es, en sí mismo, un "darnos" a  nosotros mismos la atención necesaria para sentirnos, escucharnos y comprendernos. Después de todo, ¿cómo podemos dar a otros lo que no tenemos o desconocemos tener? Entonces, primero ver y sentir para luego aceptar y soltar.
Más despojados de insatisfacción o dolor, de conflicto o queja lo que prevalecerá sera libertad y apertura donde todo ya estará siendo dado sin pensar o especular.

La maduración de una persona se certifica cuando la práctica de zazen se realiza sin segundas intenciones o deseo de beneficio propio por lo cual, el dar, también se produce con la misma conciencia, la de no esperar nada a cambio.
De tal manera que, toda vez que la atención esté puesta en el ofrecer como en la manera en que dicha ofrenda es entregada, podremos reconocer si las formas son correctas o sea, desprendidas de todo provecho egoísta o, todo lo contrario. En cualquier caso, todo aquello que sepamos ver tal cual es, aceptación o rechazo, siempre puede resultar en un reconocido aprendizaje.
Menciono esto para que aprendamos a vernos no como víctimas o culpables de nuestros actos, palabras o pensamientos sino, como el resultado de una vida basada en encajar a los mandatos recibidos con los que cada quién fue tejiendo su telar con los hilos que pusieron en nuestras manos y que tomamos y usamos como nos fue posible.





Dar es un gesto de profunda generosidad que invita a  bailar al alma cuando verificamos que lo que estamos haciendo es, en realidad, compartir; porque después de todo ¿qué o quién es tan nuestro para que podamos darlo? ¿acaso olvidamos que somos polvo que lleva el viento y que los lugares donde hoy nos posamos ya lo ocuparon otros y así continuara sucediendo?
Por eso digo que el "fuse" del que hoy escribo es el de darnos, porque de ese modo también nos recibimos y volvemos a darnos infinitas veces, como infinitas veces da la lluvia de beber al campo.

Aunque actualmente no se lleva a cabo con la frecuencia de otras épocas debido a que la mayoría de los monjes trabajan por su cuenta, Fuse es la práctica que los monjes Budistas suelen hacer cuando reciben de manos de los pobladores, donaciones para su manutención a cambio de comprender que ellos entregan su vida para ayudar a todos los seres a alcanzar la iluminación y la felicidad es decir, nunca se practica zazen para beneficio personal sino, para el universo todo.





Una vez que el tiempo de pasar por la puerta del dojo y seguir de largo se agoto, entramos, y sentados con toda nuestra humanidad nos disponemos a ofrecernos la valiosa virtud de vernos y aceptarnos, evitando caer en la pereza, la duda o el enojo, rasgos propios de un "yo" que aún solo sabe pedir, cultivando la confianza y la paciencia, semillas que crecerán en la quietud de cada zazen y más aún, en el supermercado, el colectivo, el trabajo, la escuela o la calle.

Si así no sucede, a no complicarse, solo hay que continuar viniendo al dojo y realizar la práctica entregado a la confianza de Buda, del Buda que ya somos, del Dharma o, lo que necesitemos aprender para despertar, y de la Sangha la comunidad de practicantes con quienes vamos logrando pulir nuestro ego para hacerlo más bello y pleno cada día.

Claudio Daniel Rios



4 comentarios:

  1. Dar, dar, dar. Servicio, servicio y servicio = Felicidad, felicidad y felicidad.

    Gracias, Claudio ^^

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  2. El dar es un acto alegre que solo puede proceder de un lugar pleno de Amor !!!!!.
    Dar es un placer .....

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