viernes, 6 de mayo de 2011

Sopa de otoño



Tarde de cielo gris

el árbol desnudo

de hojas y pájaros

La taza de té

humea  en mis manos.

La energía del otoño invita a respirar tranquilos, a caminar lento por este paisaje de ocres y amarillos; hojas caídas crujiendo bajo mis pies. El otoño, como los árboles sus hojas, nos enseña a soltar, a dejar ir y a conservar y cultivar el potencial que nos dejó el verano, el cual reverdecerá con la energía vital de la primavera.

La tristeza es, al decir de La Medicina Tradicional China, la energía propia de esta estación.
Los pulmones, asociados a este período y correspondientes al elemento metal, se caracterizan por la condensación de la energía. Su influencia y movimiento al respirar con calma y profundidad, mueven los líquidos corporales. El equilibrio de este órgano vital alimenta la integridad y la dignidad.

Para acompañar este otoño y dejarlo ser y expresarse desde la nariz hasta el alma, les propongo hacerlo degustando esta rica sopa de verduras.




Receta

Saltear en aceite ajos y cebollas, condimentándola con orégano y queso parmesano, rallado por nosotros y no el comprado en paquete, ¡por favor!, es un deleite para la vista y por supuesto, para el cuerpo. Así que, ahí vamos con la receta.

Para 4 a 6 personas

1 taza de legumbres cocidas (pueden ser: lentejas, arvejas, garbanzos, etc.)
De 2 a 4 tazas de sobras mezcladas, o como diría mi suegra, a barrer la cocina y usar todo lo que se pueda y sirva: papas, zanahorias, pan, pastas, puerros, zapallos, espinacas...
1 cebolla cortada a dados.
De 1 a 2 cucharadas de aceite de oliva de primera prensada en frío.
De 2 a 4 dientes de ajo, picados.
½ cucharada o más de tomillo seco
1 cucharada o más de orégano seco
Sal marina
Pimienta negra o roja
y... el queso Parmesano

Las cantidades son aproximadas y hay que tener en cuenta que las legumbres darán cuerpo a nuestra sopa. Si tenemos sobras de cereales, como maíz, trigo o avena, aportarán más consistencia a la sopa.
Cuando ya definimos lo que vamos a ponerle a nuestra sopa, o sea, lo que “barrimos” de la cocina, cortar todo en trozos del tamaño de una cuchara, más o menos, y poner el contenido más las legumbres en una olla con agua hasta cubrirlo y calentar.

Saltear en una sartén las cebollas y luego de un minuto añadir el ajo y las hierbas secas. Cocerlo un par de minutos más, después poner todo en la sopa.
Comprobar el color y el condimento. Si no tiene color o está aguada, añadir puré de tomates - ¡el de lata no!, tómense unos minutitos y háganlo con tomates naturales, ¿sí? También pueden usar salsa de soja con el mismo fin o incluso ambos ingredientes, tomates y salsa de soja juntos. En lo personal, me gusta mucho usar hongos; quedan riquísimos en la sopa mezclados con el resto de las verduras.
Por último, agregar la sal, la pimienta negra o roja y... el quesito!!!
Que les aproveche y si les salió rica me cuentan. No, mejor me invitan a saborearla con ustedes, ¿bueno?

Fuente consultada: La cocina Zen – Edward Espe Brown.

Publicado por Claudio

3 comentarios:

  1. hola claudio!! como va tanto tiempo? muy buena la receta, la tendre en cuenta y la practicaré gracias por compartirla! te mando beso

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  2. Mamááá...servime más .....con esta SOPA podemos llegar a reconciliarnos.

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  3. es noble, me trae recuerdos de mi infancia y me pone en frente de desear lo saludable

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