viernes, 21 de enero de 2011

Salud y emociones según la Medicina china


En este último tramo del artículo sobre Salud y Emociones, nos adentraremos brevemente en el modo en que la Medicina China interpreta la relación de nuestros cinco órganos (corazón, pulmones, bazo-páncreas, riñones y hígado) con la energía emocional o anímica. Lo aquí escrito no intenta establecer verdades absolutas, sólo dar a conocer otro punto de vista respecto de la manera en que nos afecta el modo en el que nos vinculamos con las fuerzas vitales de nuestra naturaleza humana. Por tal razón, les sugiero que, para mayor información, recurran a un médico autorizado y experimentado para poder obtener un diagnóstico certero del estado de salud en el que se encuentren, pues, como dice esta milenaria disciplina médica: “no hay enfermedades sino enfermos”. Eso significa que cada quien será tratado de acuerdo con sus propias y particulares características, y no únicamente por los síntomas que presente.

Medicina china es el nombre que se da a un rango de prácticas tradicionales provenientes de ese país. Los principales fundamentos teóricos son la ley de yin y yang, y la ley de los cinco elementos. Por lo que todos los tratamientos se realizan bajo estos fundamentos filosóficos.
Esta medicina cree en la existencia de una fuerza base llamada Chi (Ki, en japonés), la cual poseemos todos los seres vivos en un equilibrio cuerpo, mente, emoción y espíritu que, de alterarse, produce exceso o carencia de dicha energía. Este desequilibrio Yin/Yang se puede tratar con acupuntura, herboristería, ejercicios (chi kung) o masajes.

La así llamada “ley de los cinco elementos” (madera, fuego, tierra, metal y agua), en la cosmogonía China, determina la formación y funcionamiento de la vida y la naturaleza en todas sus formas a partir de la combinación y regencia de estos elementos entre sí.
Los médicos chinos de la antigüedad comprendieron y usaron esta ley, no sólo para cuestiones de salud, sino también para poder comprender la relación que el ser humano tenía y tiene con las fuerzas elementales y obtener de ese modo una convivencia armónica y prolongada de la vida.
La Medicina Tradicional China sostiene que todo lo existente en el universo, o al menos en nuestro planeta, es producto de la creación y combinación de estas cinco energías, tanto desde un punto de vista simbólico como concreto. Por lo tanto, también se le atribuye a cada uno de los elementos, sonidos, colores, estaciones, aromas, horas del día, como también órganos, vísceras, pensamientos y, por supuesto, emociones.

La MTC, por lo tanto, además de definir las funciones de los órganos del cuerpo, establece qué relaciones tienen cada uno de ellos dentro del plano emocional y el modo en que esta energía circula por los llamados canales de energía o Chi.


LOS CINCO ÓRGANOS Y SUS CARACTERÍSTICAS EMOCIONALES

CORAZÓN:
La energía saludable del corazón es la alegría y su exceso, la euforia.
La energía de este órgano se refleja en la cara: si es sonrosada y húmeda, nos indica que hay suficiente cantidad de energía y sangre en el corazón. También se refleja en la lengua, razón por la cual el médico chino no deja pasar por alto su observación, pues según sea el color que la lengua manifieste, será el estado en que el corazón se encuentre.

El corazón controla la mente, el espíritu, el pensamiento. Cuando aparece insomnio, mala memoria, delirio, confusión, es que hay una alteración en la energía del corazón.
El corazón controla el habla, de modo que cuando se está alegre, ésta es clara y rápida.

PULMONES:
Controla y distribuye la energía a través de la piel y la vellosidad corporal. Si la energía del pulmón no es suficiente, la piel se muestra seca.
Se refleja en la nariz. Cuando el frío ataca a los pulmones, se produce obstrucción nasal y pérdida del olfato.

La energía del pulmón es la tristeza y su contracara, la depresión.
La energía propia del pulmón es la tranquilidad, la serenidad, la interiorización. Mirar dentro de nosotros.
Cuando una persona presenta sinusitis, tristeza, eczemas, falta de olfato, exceso de vellosidad, ronquera, etc., es debido a una falencia energética de este órgano.

HIGADO:
El hígado, a partir de la producción de glucosa, controla el funcionamiento muscular y tendinoso. Cuando su energía está alterada, pueden presentarse síntomas de contracturas, calambres o temblores.
También controla la visión y el movimiento ocular. La debilidad del hígado presentará visión borrosa, hipermetropía, miopía, ojos secos, etc.

La energía del hígado es lel impulso y la ira, cuando es bien dirigida, como por ejemplo al defendernos de una agresión; y su acción extrema, la cólera, es decir, estar habitualmente enojados, generalmente por ambición excesiva de deseos.
Rige energéticamente la memoria inconsciente, la imaginación (el hígado es el gran estratega), la iniciativa, ambición, deseo. Cuando su energía es excesiva, aparece la cólera.
Cuando se encuentra debilitado, aparece falta de imaginación, coordinación, ideas, poca iniciativa y estados de ansiedad.

El hígado está asociado con la vesícula biliar, que cumple la función, en términos emocionales, de decidir. Por lo tanto, el hígado planifica y la vesícula tiene, por así decirlo, la última palabra. Su relación es tan estrecha que en ocasiones sus patologías se enlazan presentando contiguas obstaculizaciones.

BAZO- PÁNCREAS:
El bazo es el distribuidor de la sangre en todo el organismo. Su debilidad muestra labios pálidos, extremidades frías y sin fuerza. Por el contrario, labios rojos y brillantes indican buen caudal energético de este órgano.
La energía del bazo tiende a subir, cuando los alimentos son digeridos, su energía sube al corazón y los pulmones; mientras que el estómago, asociado al bazo-páncreas, realiza energéticamente lo contrario, es decir, hace descender la energía. Cuando esta función se altera, aparecen vómitos, eructos, náuseas, producto del ascenso de la energía del estómago.

La energía natural del bazo-páncreas es la reflexión y su lado negativo, la preocupación, que en algunos casos puede, por ejemplo, terminar en úlceras gástricas.
Desde el punto de vista psíquico, el bazo está relacionado con el pensar. Si esta función es excesiva, al igual que las preocupaciones, se pueden padecer problemas digestivos o de deficiencias de hierro, o incluso problemas de circulación sanguínea a nivel venoso.
Por estar relacionada directamente con la sangre, cuando su energía está desequilibrada, cae a cuento aquello de “hacerse mala sangre”, con las consecuencias del caso.

RIÑÓN:
El riñón conserva la energía vital y distribuye buena parte de su potencial al resto del cuerpo, tratando de asegurarse una vida sana y prolongada. Sin embargo, ésta puede verse seriamente afectada por el uso abusivo de alcohol, tabaco, sexo, comidas preelaboradas o saturadas de contenidos artificiales, exceso de actividad física o laboral sin momentos de descanso adecuado.
La energía de los riñones genera las médulas: espinal y el cerebro, por lo tanto tiene gran influencia sobre el sistema nervioso; y la ósea, actuando sobre los huesos y articulaciones.
El riñón influye sobre todas las glándulas endocrinas productoras de hormonas, como insulina, tiroxina, hormonas sexuales, etc. Es responsable de las glándulas hipófisis, hipotálamo y suprarrenales.

La emoción vinculada con el riñón es el miedo. Un miedo prolongado puede ocasionar diferentes patologías. Por el contrario, si hay un daño en este órgano vital, es muy probable que la persona padezca síntomas de pánico.
Está vinculado con la responsabilidad, determinación y fuerza de voluntad. Por lo tanto, el exceso de responsabilidad, perfeccionismo, trabajo físico o psíquico, y exceso sexuales o de otro tipo (alcohol, tabaco etc.) lo debilitan y dañan severamente.
Un ejemplo de cómo una emoción específica pone en desequilibrio, en mayor o menor medida, a todos los órganos.

Si aparece la PREOCUPACIÓN, bazo-páncreas, elemento TIERRA, ésta congestionará la función pulmonar, elemento METAL, pudiendo llevarnos de la TRISTEZA a la DEPRESIÓN. La circulación del elemento AGUA, riñones, será escasa, pudiendo producir PÁNICO.
El PÁNICO nos pondrá en estado de alerta, inmovilizando la acción de los músculos, hígado, elemento MADERA, no logrando vivir confiada y activamente, lo que derivará en un corazón, elemento FUEGO, que trabajará a un ritmo acelerado alejado de su emoción natural que es la ALEGRÍA
Publicado por Claudio


5 comentarios:

  1. gracias por esta información, tan generosa, que impresionante!

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  2. gracias por esta información, tan generosa, que impresionante!

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  3. Muy interesante el artículo; gracias. Lo voy a compartir.

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  4. que padre saber que nuestros organos juegan una funcion importante en nuestro cuerpo.....es hora de atenderlo..gracias

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