La búsqueda de querer ser otro a partir de la comparación, siempre acarreara malestar o sufrimiento porque en el fondo, continuaremos sin descubrir quiénes somos en verdad.
Toda comparación se basa en ideas erradas de la realidad con las cuales no resulta nada difícil caer en actitudes de soberbia o lamentación como ser, si digo que soy bueno o que deseo ser mejor, lo que estoy diciendo es que, hay otros que son "malos", (sólo los otros, nunca yo) o que, no estoy a la altura de las circunstancias y por eso, me aferro a la idea de crear en mi mente un alterego que alcanzar para sentirme que, ahora sí soy el que quería ser; pero, esa sensación durara lo que tarde en aparecer un otro que, a mi modo de percibirlo, se muestre superior y entonces, nuevamente me someteré a una carrera interminable por "ser" lo que nunca alcanzare.
Quizás, en realidad de lo que tratamos de huir, al salir a buscar a "ese que quiero ser", es del que han hecho de mí las personas que me criaron, como los educadores y la cultura que mamamos desde la cuna; es decir, somos el resultado de un humano moldeado a lo que debe ser y no, a lo que sentimos necesidad de ser.
Siguiendo esta lógica, no se trata entonces, de "ser otro" sino, de dejar de ser todo aquello que hemos vestido hasta aquí y que nos fue dado porque esos otros (padres, cultura y educación) en el fondo, no supieron darnos otra cosa que lo que a ellos les fue dado.
Se trata de dejar de actuar, hablar y pensar como otros, como la moda o las costumbres indican, pero,atención porque, no es cuestión de volverse un rebelde en contra de todo sistema de creencias ya que estaríamos actuando igual que esos de los que me quiero desembarazar, aunque no nos lo parezca debido a que nos vemos ubicados en la vereda opuesta. En la acera del; "ahora sí soy yo".
Esto es, continuaríamos comportándonos del modo contrario pero, subordinados por un mismo patrón de creencia que es, "hay que ser alguien" por lo cual, y sin percatarnos de la visión errada, es cuando salimos en procura de otro mandato desde el que mostrarnos.
Sin embargo, no hay de qué sentirse culpable pues, si sólo hemos aprendido a movernos bajo consignas ajenas, ¿cómo nos sera posible elegir sin esa condición, sin que alguien decida por mí, si únicamente aprendimos a obedecer?
No es cuestión de adquirir nada del mundo exterior sino, de dejar a un lado lo que nos aprieta, nos queda chico e incómodo o, a sido siempre de otros a pesar de haberlo adoptado como propio y así, devolverlo a sus dueños originales.
Una vez desnudos de toda condición innecesaria, si buscaremos dentro nuestro cómo aprender a andar dentro de la piel y más allá de ella, también.
En cuanto a mi, esto me fue posible no sólo por mi auto determinación sino también, gracias a la ayuda de un Maestro o guía a partir del cual aprender a reconocerme.
Ni en contra ni a favor, nada más haciendo lo que ha de ser hecho bajo nuestra tutela y atención consciente. Eso, al menos para mí, es SER.
Una vez más reitero, nunca compararnos con otras personas será el camino correcto pues, y como dije párrafos arriba, sólo continuaríamos negándonos a nosotros mismos con el riesgo de haber pasado por esta vida sin descubrir jamás, quienes somos y para qué vivimos como lo hacemos.
Desaprender es el asunto a atender, al menos en un principio; hasta que la mente se calme y aclare para luego, más livianos, decidir cómo y hacia donde dirigir nuestra existencia pero ahora, bajo nuestra completa y amorosa responsabilidad.
Shodo Rios
No hay comentarios:
Publicar un comentario