De acuerdo con el Budismo, la mejor manera de trabajar con las emociones perturbadoras es una especie de “camino medio” entre dos maneras no hábiles de tratarlas (como dos extremos):
1) Suprimir o negar nuestras emociones
2) Dejar que nuestras mentes sean controladas por nuestras emociones y actuar acordemente.
2) Dejar que nuestras mentes sean controladas por nuestras emociones y actuar acordemente.
La forma Budista de manejar las emociones incluye:
1) Reconocer su existencia (por ejemplo, admitir que estamos con rabia cuando estamos con rabia).
Evitar suprimirlas.
2) Trabajar con ellas en nuestra mente para bien sea disolverlas o transformar la mente en un estado más positivo (al hacer esto evitamos caer en ellas).
1) Reconocer su existencia (por ejemplo, admitir que estamos con rabia cuando estamos con rabia).
Evitar suprimirlas.
2) Trabajar con ellas en nuestra mente para bien sea disolverlas o transformar la mente en un estado más positivo (al hacer esto evitamos caer en ellas).
Al aplicar este “camino medio” podemos evitar causarnos daño a nosotros mismos y a los demás.
ALGUNAS FORMAS GENERALES DE TRATAR LAS EMOCIONES
1) Atención o autoconciencia
Cuando nos damos cuenta de la aparición de una emoción en nuestra mente (como es el caso de la ira), podremos controlarla y manejarla de una manera más efectiva.
Cuando nos damos cuenta de la aparición de una emoción en nuestra mente (como es el caso de la ira), podremos controlarla y manejarla de una manera más efectiva.
A través de una práctica regular de meditación, nuestra mente puede estar más calmada y menos dispuesta a reaccionar con ira.
2) Recordar la naturaleza de la mente
La mente es clara, no es algo físico; una corriente de eventos mentales que surgen y se van.
La mente es clara, no es algo físico; una corriente de eventos mentales que surgen y se van.
Estos eventos mentales –pensamientos, emociones, etc.- son transitorios: aparecen y desaparecen, van y vienen; no son entidades fijas permanentes.
Puede ser útil pensar que ellos son como nubes en el cielo que vienen y se van; como sueños, como arco iris, o como ondas que emergen del mar y caen en él.
También puede ser útil aprender a desidentificarse de las emociones. Por ejemplo, en lugar de pensar “estoy con ira” pensar más bien “la ira está en mi mente”; esto le da menos poder a la emoción sobre nosotros y podemos manejarla de manera más objetiva.
3) No hacer juicios
Podremos notar que tendemos a que algunos pensamientos y emociones nos gusten y que otros nos disgusten. Esto conduce al apego / asimiento y a la aversión / rechazo. Cuando nuestra mente está atrapada en el apego y en la aversión ésta no está en paz.
Podremos notar que tendemos a que algunos pensamientos y emociones nos gusten y que otros nos disgusten. Esto conduce al apego / asimiento y a la aversión / rechazo. Cuando nuestra mente está atrapada en el apego y en la aversión ésta no está en paz.
En lugar de esto, es mejor cultivar un sentido de ecuanimidad: una conciencia amorosa, que no hace juicios y que acepta lo que sea que surja en la mente.
Emociones perturbadoras
Notas compiladas por Ven. Sangye Khadro
Enseñanzas de la tradición Budista Tibetana.
Notas compiladas por Ven. Sangye Khadro
Enseñanzas de la tradición Budista Tibetana.
Publicado por Claudio
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