Ni valle ni montaña

Cuando mi mano derecha

sostiene

a mi mano izquierda

y los pulgares se unen por sobre las palmas

dibujando un círculo

de perfecta vacuidad

Siento que todo

vuelve a su sitio.

Cuando se practica zazen, es ésta la postura en la que colocamos las manos, cuya denominación en japonés es: HOKKAY JOIN, que significa “mudra cósmico”.

Al asumir esta postura de manos, ambos hemisferios cerebrales se equilibran y aquietan. Las energías Yin (mano izquierda) y Yang (mano derecha) se aúnan. Y debido a su posición en el regazo, la energía balanceada del cuerpo se reúne en este mudra. Es en esta zona ubicada por debajo del ombligo donde el cuerpo guarda sus reservas de energía, física y emocional, en lo que se denomina en japonés el “Kikaitanden”: océano de energía.

El intelecto se aquieta y, concentrados en la postura, podemos llegar al no pensamiento, que es simplemente ver pasar nuestros pensamientos como quien ve pasar nubes blancas en el cielo azul. Sólo dejar pasar. Ni aferrarse a los pensamientos ni rechazarlos.

Publicado por Claudio

Fuente consultada: muellezen.wordpress.com