Si hubiera un moribundo en el sur, iría a decirle que no se preocupara, que no tuviera miedo a la muerte. Pero si muriese, lloraría con una profunda compasión por él y por su familia.
Si en el norte hubiera una querella, iría a detenerla y diría: “No pelearse. Combatir no sirve de nada”. Aunque algunos me criticasen y me tratasen de estúpido , no me entristecería. Aunque otros me admirasen como a una buena persona, no me alegraría.
Espero ser así algún día.
Publicado por Claudio
solo hay que pasar del potencial al presente del indicativo para saber que el futuro es perfecto
ResponderEliminarEmpecemos a andar el camino de la compasión, a entender y compartir la angustia, el dolor ajeno, a procurar con amor el bien de nuestros semejantes y de todas las formas de vida.
ResponderEliminarEs dar con el corazón, y quizás, algún día, transitando ese camino podamos sentir la paz que ya existe en nuestro interior.