sábado, 24 de agosto de 2019

Heridas





"Aún supuran heridas. A veces, incluso, gritan.
Gracias por ayudarme a estar despierto y alerta".
Shodo Rios

Comentario: Durante la práctica de zazen, cuando el dolor físico se manifiesta, o los pensamientos se acumulan y amontonan, esto puede ser aprovechado, si cabe el término, como una oportunidad para observar algo claro y evidente, lo que en ese instante sucede.
Una señal que ocurre en tiempo presente, como es el dolor, por ejemplo, se vuelve la práctica misma pues, no hay modo de ignorarlo o buscar rápidas salidas. En consecuencia, nos abrimos a él. Nos dejamos arropar por lo que sentimos y así, vamos aprendiendo a conocernos. Vamos indagando en sus profundidades, en las nuestras, con una mirada que se torna de a poco más serena y compasiva hasta que, como luego de una larga y oscura noche, el día aclara y el dolor cede, los pensamientos se calman y transitan hacia el vacío desde donde surgen.
Una vez más la impermanencia, la interdependencia y la insustancialidad de toda manifestación, se revelan.
Crecer duele, pero no necesariamente debe conducirnos y condenarnos al sufrimiento. De ahí que zazen es, en sí mismo, el despertar supremo que sólo se confirma al practicarlo.

Gassho
Shodo Rios

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