martes, 12 de marzo de 2019

Sé como el viento





En un encuentro ente maestro y discípulo, éste pregunto: Maestro, estoy transmitiendo lo que usted me enseño pero, noto que muchas de esas personas no consiguen comprender lo que les brindo y, lo más frecuente es observar que, a pesar de quejarse de sentirse mal y agobiados, en lugar de tomar el camino de sentar en la calma a través de la meditación y aprender a llevar una vida más tranquila y responsable, optan por alejarse bajo mil y un pretextos, para continuar con el sufrimiento que les embarga, ¿acaso hay algo errado en el modo en que transmito dichos conocimientos? Es más, ¿tiene sentido continuar enseñando?

A lo que el maestro contesto: "Si, hay algo errado en ello y es que, de lo único que tenes que ocuparte es de continuar con tu práctica y ofrecer lo que te fue dado sin expectativas o resultados. Actúa como el viento; sopla, pero no arrases. Pasa por todos lados y no te detengas en ninguno. Echa las simientes y alejate que lo demás, no es asunto tuyo".

Pero Maestro, ¿No estamos aquí para ayudar a todos los seres sensibles a despertar? - enfatizo el discípulo.
"Si, por supuesto. Pero no se trata de que adquieran tu despertar sino, en dejar que cada quién halle el suyo. Después de todo, cada ser debe aprender a ver con sus propios ojos, cuando sepa mirar sin usarlos".
El discípulo saludo haciendo una reverencia a su maestro y se retiro en silencio


Comentario: Relato recreado por mi y basado en experiencias  personales, a los efectos de no olvidar hacer sólo la tarea y estar presente en cada momento dejando que, como el viento, todo siga su curso mientras continúo andando.

Shodo Rios

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