Continuando con los aspectos benéficos de la práctica de Chi Kung, quiero compartir con ustedes el testimonio de alguno de mis alumnos.
Olga:
"Desde que practico Chi Kung, he notado un cambio de actitud hacia mi y hacia los demás.
He aprendido a escuchar mi cuerpo, a sentirlo y a respetarlo más. Teniendo en cuenta que la mente, que a veces nos domina, está más ocupada con pensamientos positivos, haciendo más difícil que nuestro cuerpo enferme".
Lucía:
"Con la práctica de chi kung, aprendí a conectarme con mi cuerpo, a sentir cómo la energía circula por él aportándome salud y vitalidad. Mi respiración se volvió profunda, suave. Los pensamientos se fueron aquietando y comencé a vivir en un estado sereno y armonioso, esto posibilito una relación más agradable con mi entorno.
Los cambios no han sido sólo físicos y mentales, pues la conciencia comienza a evolucionar hacia la paz el amor, la compasión por uno mismo y por todos los seres vivos".
Norma:
"Para mi lo más importante de la práctica fue aprender a respirar, también me ayudo mucho con la neuralgia del nervio trigemino. Los beneficios son muy beneficiosos para las mujeres de la tercera edad".
Andrés:
"Los beneficios que obtuve son: Postura corporal; antes, mi postura habitual en el trabajo era estar con la columna encorvada, inclinándome hacia adelante o bien recostado sobre el respaldo de la silla.
Con el tiempo de practicar chi kung, fui tomando conciencia de mis postura incorrecta y modificándola.
Otro de los beneficios que percibo es el de respirar con más calma y menor presión en la zona estomacal y gastrointestinal".
Mirta:
"Inicie la práctica de chi kung como una curiosidad, sin embargo con el paso del tiempo fui comprobando el bien estar físico y emocional adoptando dicha práctica también para mi vida diaria.
Natalia:
"Soy nueva en estas prácticas, lo que si puedo asegurar es que los cambios en mi cuerpo me ayudan a a transitar mejor el día a día. Cada clase es especial y particular, algo notorio es el descanso pues, hacía meses que no dormía como me sucede ahora. En el mes que llevo practicando, he ido notando cambios positivos y productivos. Sensaciones que no puedo explicar pero que me hacen sentir muy bien".
Nilda:
"Por sugerencia de mi terapeuta y kinesióloga, comienzo con esta disciplina debido a las patologías de mi columna. Como consecuencia de las mismas padecía fuertes dolores y cefaleas que con la práctica fueron disminuyendo. Por ejemplo: Adquirí una mayor movilidad y me siento más ágil, siento que mi mente está mejor predispuesta a manejar mis emociones, controlo mejor la respiración y percibo un bien estar general".
Raúl:
"Puntualmente: administro mejor mi respiración. Me paro mejor. Tengo mayor elasticidad. Le presto más atención a mis órganos y así reconozco mejor su funcionamiento. Siento menos enojo de lo que era habitual en mí y la sumatoria de beneficios me permite ser más consciente de mi integridad".
Carmen:
"Con la práctica de chi kung adquirí mayor confianza en mí misma. Logre más flexibilidad. Reducí la ansiedad y mejore mi equilibrio emocional".
Natalia:
"Siento que la práctica de chi kung me ayudo a tomar más consciencia de mi cuerpo aprendiendo a escucharlo. Prestar más atención a mis emociones. La interacción con el grupo me ayuda a saber cómo me siento ese día y a reconocerme en el otro".
Alejandro:
"El chi kung es el genoma de la existencia, ese mapa que se debe leer y releer para no caminar a tientas, es la conquista del silencio, es la lectura del alma. es el grito profundo que lo dice todo".
Publicado por Claudio
Cosa hermosa lo que se experimenta en propias carnes y sangre.
ResponderEliminarUn abrazo bien largo, Claudio ^^
Que lindo es, también, recibir tu coemntario, Ane.
ResponderEliminarUn gran abrazo y que estés muy bien.