El Mono
Este animal
posee cualidades como la flexibilidad, agilidad, rapidez de respuesta y acción,
actitud de alerta.
El mono se
identifica con el órgano del corazón y el elemento fuego. De ahí su actitud
caliente, radiante, expansivo y alegre, emoción con la que también se lo
asocia.
A nivel físico,
el corazón regula la sangre y controla los vasos sanguíneos, emerge en la
lengua y la víscera acoplada es el intestino delgado, que separa lo impuro de
lo puro.
El
pericardio protege al corazón y su pareja es el triple calentador. Si bien
ambos meridianos no poseen un órgano dentro de la anatomía occidental, cumplen
una función energética transportando e influyendo sobre los líquidos
corporales, por la cual se suman al elemento fuego y al ejercicio del mono.
A nivel
psicosomático, los estados de agitación perturban el equilibrio del corazón,
predisponiéndolo a una emoción negativa como es la euforia, o sea, alegría
exacerbada, la que puede llegar a estados de fanatismo o apasionamiento
extremo.
Los síntomas
de taquicardia, palpitaciones o incluso la dificultad a la hora de expresar las
emociones son características del desequilibrio en su funcionamiento.Por el contrario, cuando este maravilloso órgano estabiliza su energía, produce estados de serenidad, generosidad, amor, compasión, comunicación fluida y clara.
Desde
tiempos ancestrales, la medicina tradicional China sostiene que el espíritu
reside tanto en la frente como en el corazón, por tal motivo, cuando éste se
halla en armonía, la persona logra un diálogo cuerpo-mente que le permite
discernir y actuar consecuentemente. Esta aseveración va coincidiendo con
estudios de reciente realización a través de los cuales se ha podido medir los
campos magnéticos del cerebro y del corazón, comprobando que, cuando la persona
se encuentra en estados amorosos, altruistas o de franca solidaridad, ambos órganos
alcanzan lecturas y comportamientos de suma coherencia y estabilidad,
acrecentando no sólo el estado saludable de la propia persona, sino de su
entorno más inmediato.
De algún
modo o de muchos, las palabras de los maestros zen sobre que a la hora de hacer
zazen todos los seres y hasta el universo entero se beneficia con ello va
siendo claramente demostrado desde las experiencias realizadas con la ayuda de
nuevas tecnologías, creando así un diálogo más cercano entre Oriente y
Occidente, ¿no les parece?
El oso
Este
animal, aparentemente torpe, cultiva dos cualidades importantes que lo unen
directamente con el elemento tierra y son: el aplomo y la estabilidad.
Los órganos
asociados con el oso son el bazo/páncreas, que regulan la transformación y el
transporte de la energía vital del organismo y controlan el tejido muscular.El órgano sensorial del bazo es la boca y la víscera acoplada es el estómago.
A nivel
psicosomático, el bazo/páncreas, al funcionar ecuánime, promueve la empatía y
predispone a una reflexión conciente.
La casa del
bazo/páncreas es el intelecto, la razón, la lógica y la memoria. Esto demuestra
que no está asociado a una emoción, sino a actitudes de orden intelectual.La preocupación, reflexión excesiva, obedece a un bazo vacío de energía. De no poder detener esta constante, la persona se mostrará obsesiva, intolerante y con tendencia al sedentarismo y el aislamiento.
El decaimiento energético puede provocar la pérdida de apetito, dolor abdominal y baja resistencia para sostener el día a día.
Por el
contrario, cuando este órgano funciona normalmente, la persona se muestra
estable, con los pies bien arraigados y una mirada correcta de la realidad.
Se sabe
adaptar al entorno, usa su conocimiento pasándolo a la experiencia, la que
utiliza para cualquier situación difícil que se presente.Nota: La semana próxima cerraré este tema con los datos correspondientes al ejercicio de la Grulla (pulmón/metal).
Publicado por Claudio