Las funciones fisiológicas de los órganos vitales que la medicina china relaciona con los Elementos Madera (Viento) y Metal (Trueno), son las del hígado (Madera) y las de los pulmones (Metal). Estas funciones son análogas a las que ejercen las fuerzas Viento y Trueno, en la naturaleza.
El Trueno, ubicado en el Este, o sea, donde el sol y la primavera comienzan su recorrido ascendente de energía, es la función mineral y eléctrica necesarias para los impulsos vitales que luego, el Viento, por suparte, se encargará de llevar hacia todos los rincones, suavizando y enraizando, (otra cualidad del Viento, por eso elemento madera), el potencial de inicio que el Trueno genera.
El Trueno/Pulmones, en el trigrama que lo representa, aparece gobernado por la fuerza del Cielo, lo masculino, línea entera en la base, (ver imágen); Elimina en la inspiración, el diafragama desciende y difumina en la exhalación, el diafragma asciende.
Así funciona también en el plano humano pues, cuando el hígado, alimentado de la energía de los pulmones, como del agua de los riñones, se mueve en la dirección deseada, debe valerse de dicho impulso para llevar la glucosa a los músculos y eliminar el exceso de carga residual ya sea de orden mental, emocional como físico.
Los antiguos investigadores de medicina china se dieron cuenta que hay unos canales invisibles en el cuerpo a través de los cuales fluye la energía que nutre los órganos principales. Son los llamados “meridianos” de energía que se estimulan, por ejemplo con acupuntura, masajes o Chi Kung, para equilibrar el Chi o fuerza vital en puntos específicos dentro de los canales asociados a cada órgano o víscera.
El horario del recorrido de la energía nutricia por el cuerpo indica que el hígado y el pulmón se nutren y se activan por la noche: (de esto se desprende la importancia de un dormir profundo y sin interrupciones) El hígado/vesícula billiar funciona entre las 23.00 y 03.00 horas y los pulmones/intestino grueso, entre las 03.00 y 07.00 horas de la hora solar.
Por eso, sabemos que tenemos que consultar la almohada cuando hay que tomar una decisión o solucionar un problema, del mismo modo que consultamos el I Ching.
Al hacerlo, comprendemos por qué este método sirve, si conocemos las cualidades de las fuerzas primordiales Viento (hexagrama 57 Lo Suave) y Trueno (hexagrama 51 Lo Suscitativo).
Se puede invocar su ayuda “lanzando un problema al aire” antes de dormir. Entonces, el Viento (Hígado) dirige sus actividades creativas en esa dirección. Aquí lo que sucede, cuando el hígado manda, por así decirlo, es que el movimiento comienza en ese órgano y estimula al pulmón. En términos del I Ching, el Viento mueve al Trueno.
De este modo, los pulmones hacen su tarea tomando únicamente la cantidad de oxígeno requerido para ello, lo cual supone respirar entre 3 y 4 veces por minuto, en lugar de las 16 o 17 veces que lo hacemos durante la vigilia.
Este flujo respiratorio ayuda a mover las aguas, como la sangre y los desechos para llevarlos al meridiano acoplado, el intestino grueso y lograr una evacuación adecuada como resultado de todo el proceso metabólico. Así mismo, podemos facilitar su trabajo si nos imaginamos el movimiento infinito de la interacción entre el Viento y el Trueno, como señalé más arriba, bien en la dirección del hexagrama 32 La Duración (el Viento inspira el movimiento) o, en la dirección opuesta del hexagrama 42 El Aumento (el Trueno inspira el movimiento). Visualizando el recorrido del signo “infinito”, la vía de actuación de ambas fuerzas naturales se libera de obstáculos por lo que podrán cooperar libremente y, mientras tanto, nosotros a disfrutar de un sueño reparador y así recoger los frutos de su trabajo por la mañana.
Daniel Shodo