miércoles, 21 de abril de 2021

No soy patria, no soy matria, soy...

 


¿Será éste el kairos, el instante oportuno, la chispa de la genialidad divina, donde estas mentes maceradas a puro temor o vicio, al fin se atrevan, como Ulises u Odiseo, a partir, luego de una victoria no menos humana que cualquiera, hacia su Itaca, tras dejar ciego a Polifemo, al comprender la ceguera propia; arremetiendo los infiernos del canto de sirenas, los mares embravecidos de toda confusión egoica y, dejando a orillas de la melancolía y el desamor, cada quién a su Edipo, a su Elektra?

¿Quién será el Aión, el niño anciano, el no tiempo, que le quiebre a Kronos su reloj inapelable y pétreo, le oxide su tiempo lineal como daga de una vida efímera y de la muerte fáctica?

¿Quién se entregará a lo eterno, más allá de este cuerpo y sus mezquindades o, permanecerá en un sin fin de deseos y placeres, como una serpiente que se muerde la cola; lamiéndose las heridas de un samsara interminable?

¿Quién será capaz de matar a su padre, sepultar a su madre, a Dios, a Buda y a cada ilusoria creencia, hasta descubrir que no caerá a los infiernos del Dante, si se lanza a la travesía de Ser Eso?

¿Ser Eso? Si, pero, no si antes no es uno mismo quien corte y ensamble los maderos, quiebre su ignorancia al cargarlos, forje sus propios clavos, lacere la piel y la carne (nunca el alma) se crucifique a sí mismo y mirando hacia la mente inexpugnable y, con el último aliento, antes de morir a la nada insípida, diga: “me perdono porque hasta hoy, hasta este alumbrado día, nunca antes, había sabido lo que hacía. 

Resucitado este Ser, a los píes de la bienaventuranza, manifiesta, en unívoco silencio; YOSOY, Eso...

Daniel Shodo



martes, 6 de abril de 2021

De la peste a la Confianza divina

Sin Pestis, no hay Pistis. Sin Pistis, no habrá Emunah, sin Emunah no habrá Sophia y sin Sophia, no nacerá una nueva humanidad.



Explicación:
Cuando hablo de ESO, no hablo de Él, ni del hombre histórico. Menos aún de las ideas fantasiosas de quienes esperan que vuelva y los "salve". Mucho menos hablo de las mentiras argumentativas de quienes sólo anhelan ambición y poder. No; cuando hablo de ESO, hablo de lo que somos como esencia divina (esencia que no puede nombrarse, porque se limitaría a otra idea parcial de la realidad, a otra trampa del Ego) esencia que aún no se percibe y menos se comprende debido a que todavía imperan en la mente del hombre/mujer, los viejos paradigmas de: "Si pero...", " es difícil", "no puedo"; "Es lo que hay" (resignación). "Aquí ando, tirando o, en la lucha", "; No sé", "no tengo o no debo o, ¿sí debo?"; "El que sabe o puede es el otro porque estudio"; "Empiezo el lunes". "No es para mí, (aunque no ha probado; sólo es una creencia)
Mientras estos y otros dichos se mantengan, (con lo trascendente que es la palabra a la hora de crear realidad, "Y Dios dijo y se hizo"...), debido a lo muy aferrada que continúa la mente a la creencia de que la realidad sólo sucede afuera y por eso, se vive para el afuera, se espera todo del afuera y se está nada más que dilapidando energía vital para ese afuera, entonces, de continuar acumulando estas creencias, no habrá nueva humanidad. Por tal razón la Pestís se llevará a los que sólo han vivido para el ego, los apegos, para sus sistemas de creencias, el miedo, la ignorancia y la ambición desmedida.
De tal modo que, cuando hablo de ESO, ESO en realidad, es lo que habla. y dice: La Pestis (peste o contingencia) trae la oportunidad de redimirnos y perdonarnos (sin lugar para la culpa) para ir hacia la Pistis, la CONFIANZA, (lo que ESO, transmitió para que aprendamos a generarla en cada uno y no, la Fe; nuevamente ir para afuera o sea, hacia un futuro inexistente con una mente mendicante que crea ansiedad y ceguera. (Los laboratorios crean la enfermedad y luego se espera que ellos, traigan la cura, por ejemplo).
ESO nace y se manifiesta cuando SOLTAMOS, porque dejamos ir, agotamos lo irreal es decir, todo cuanto hace o haga a los viejos paradigmas. Si la Pistis o CONFIANZA DIVINA surge, entonces, es porque comprendimos que ESO, ha de emanar (Emunah) en cada uno, desde el centro del corazón, del ojo que todo lo ve y lo comprende, de modo que el Saber, bañando cada átomo y célula de la vida en todas y cada una de sus formas y no formas, se torna Sophia, Sabiduría.




La sabiduría es y será el alma de la nueva humanidad, siempre que cada uno haga su tarea de ir hacia adentro de cada uno. Insisto, el trabajo es profundamente interior y sólo interior. Sugerencia: No buscar las respuestas en las prácticas espirituales, en el Yoga, el Chi kung, la meditación, reiki, NO. (nada de malo hay en todo eso, ¿si? .Sucede que el desconocimiento de dónde se comienza el camino, lleva a la creencia que las respuestas están en esas prácticas, pero no, no es por ahí, es por dentro de cada uno para poder ver, comprender, aceptar y DEJAR IR, todo cuanto ha moldeado nuestra vida, los paradigmas del poder, saber, tener y deber que durante siglos delegamos en otros y que de no recuperarlos, no será posible esa nueva humanidad.
Escucharse y observar cómo los pensamientos traen esos viejos sistemas anquilosantes que no permiten evolucionar.
YOSOY, Yo emano el PODER de crear mi realidad, porque CONFÍO en las capacidades que TENGO y en las que el Universo envía una vez que está claramente enunciado el camino a trazar. Confío en el SABER que nace con cada experiencia consciente y porque ese es mi DEBER o misión en esta vida, en este cuerpo. SER ESO.
Daniel Shodo
Nota: Texto basado en experiencias propias y en los "Once pasos de la magia de José Luis Parise"

0