Sentado sobre la arena a orillas del mar, la playa se abre generosa en una extensa bahía que permite, a esta altura del año, ver al sol postrándose entre el agua y el cielo, al tiempo que los rojos, naranjas y amarillos, dan su último fulgor escénico sobre un espacio esférico donde la luna, transparente, apacible y sin desvelos, aguarda para alzar su vuelo.
Los destellos de luz surfean las crestas de cada ola y se entre mezclan con la espuma y la maresias. Detrás, como dioses olvidados, los morros se van desmoronando en la oscuridad que no espera y avanza.
Una canción que no distingo, una bocina, el grito de un niño, y de pronto, como toda epifanía que se presenta sin aviso, oigo la voz de alguien que de entre mis átomos grita de inenarrable contento, y dice: ¡Cuan magnifico es todo este vació delante de mis ojos!
Comentario: El vacío o la no forma, es la manera en la que suele definirse a la energía elemental de la cual emana toda existencia anímica u inorgánica y a la cual remite y se desvanece, una vez concluido su ciclo. Esto, llevo a la comprensión del propio Buda cuando expreso que, todo es vacío o, sin sustancia propia. Todo es transitorio e interdependiente. Aparece, se desarrolla y se torna invisible a nuestros sentidos es decir, no desaparece, se transforma.
Shodo Rios
Publicado por Claudio
Sólo quería dejarte un cariñoso saludo. Porque sí, como son las cosas de verdad
ResponderEliminarHola Ane, tanto tiempo y que lindo recibir tu saludo, muchacha. Ahí va mi abrazo grande desde lejos pero cerca, también. Que estés muy, muy bien.
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