sábado, 16 de junio de 2018
¿Qué es chi kung?
Se acerca alguien y me pregunta, ¿qué es chi kung? Su cara expresa una mueca de cierto interés mezclada con algo de curiosidad. Lo miro a los ojos, me quedo callado por unos segundos y respondo: chi kung...sos vos.
Mi interlocutor abre los ojos frente al desconcierto que le provoca mi respuesta y antes de perder su atención agrego: chi kung sos vos, soy yo, es la naturaleza y todo lo que existe.
Perdón, . exclama mientras busca algo que lo ponga nuevamente sobre sus pies, ¿podrías ser mas específico?
Sonrío y digo: se trata de comprender que todo es energía como ahora nuestras palabras, gestos, la sangre que bombea el corazón, el aire que respiramos. las paredes que nos rodean...el sol, la luna, en fin, todo. Por eso dije que chi kung sos vos pero, cabe aclarar que, chi o energía, es lo que sos y kung, es el medio o método a partir del cual podemos ser más conscientes de ese chi o ki, cuando al practicar movimientos, posturas específicos a esta disciplina, la que también se conoce como Qi gong, vamos pudiendo sentir el modo en el que ese chi circula por el cuerpo, se mueve en las emociones, se percibe en el aliento o se vislumbra en el acto de pensar y comprobar sus muchas formas de hacerse presente.
Cuando practicamos con cierta frecuencia vamos aprendiendo a desaprender comportamientos, ideas o posturas indeseables y el vivir se torna más...sincero, más real.
¿Más reales? - ¿acaso no somos reales? - me interpela abriendo los brazos como si le hubiese descubierto algún secreto largamente guardado. Si, claro, existimos pero, a lo que me refiero con reales no es a si estamos acá o somos una ilusión óptica. Por reales adujo el poder comprender más y mejor lo que nos sucede y no, lo que creemos que nos sucede esto es, habitar nuestro cuerpo/mente con mayor lucidez y amplitud perceptiva de la que estamos acostumbrados por ocupar mayor tiempo en razonar que en sentir y, lo más importante, quedarnos con lo que sentimos y no agregar interpretaciones más ligadas a significados conceptuales que a vibraciones energéticas concretas.
Quedarnos con lo que sentimos...no recuerdo haberlo hecho nunca porque siempre que me duele algo o siento ansiedad, por ejemplo, busco enseguida con qué distraerme y...No lo dudo, - interrumpo con firmeza - así actuamos porque no sabemos hacer más que lo que aprendimos hasta hoy y nada tuvo que ver con esto de, escuchate y así sabrás qué tiene éste momento para decir de vos o de mi y que sólo el cuerpo sabe contar.
Pensalo así, ¿qué haces cuando vas por primera vez a algún lugar de paseo, lo recorres rápidamente o te detenes para digamos, saborearlo? Con lo que sientas ocurre igual. Si te tomas el tiempo necesario sosteniendo ese sentir, verás cómo todo se revela exactamente como es.
Entonces y por lo que creo entender hasta acá, ¿practicar chi kung puede darnos un gran bienestar si aprendemos a administrar con mejor criterio nuestro chi? Administrar nuestra energía, quitar los miedos o dudas que surgen del desconocimiento o la creencia de que el cuerpo es una máquina, como nos han enseñado desde chicos o, inclusive hacer un uso adecuado del chi cuando estás caminando, trabajando, o realizando cualquier actividad pues, como ya te dije, todo es chi. Más aún, nos abre a una consciencia ecológica pues, cuando comprendemos que, más allá de lo que denominamos individuo en términos prácticos, somos también todo lo que nos rodea, agua, oxígeno, sol o alimento y, como nada de eso producimos y por ende es del entorno que debemos tomarlo, no podemos menos que vernos como algo o alguien que no puede limitarse al contorno de la piel sino, a fronteras más lejanas de las que la mente ordinaria puede imaginar.
Si, si, bien pero..., estamos yendo un tanto lejos para mi ahora que todavía no me puse a practicar y tampoco se si podría - interrumpe jugueteando con sus dedos entrelazados y suma - aunque lo que me relatas me entusiasma de modo que... ¡solo queda que vengas a practicar!, - exclamo encimándome sobre sus palabras no, sin cierta pasión y alegría.
Alegría que se le cuela y se deja ver en una leve sonrisa al tiempo que mueve su cabeza buscando donde poner todo ese no se qué que le recorre el alma y es que, aunque entusiasme el poder acceder a un medio que nos puede proporcionar tanto bienestar, y lo se por tantos años de dar clases, no deja de generar, como a mi amigo ahora, cierta comezón tener que vérnosla con este cuerpo y esta vida tan segura y comprendida que parece y que sin embargo tanto más tiene para regalarnos como ser, gratitud, paciencia, respeto, confianza, amor. Virtudes que esperamos hallar por diferentes sitios y rumbos hasta que nos damos cuenta, clase a clase que, lo más grato de vivir está aquí mismo, entre estos músculos, huesos, emociones y neuronas
El hombre se despide sin asegurar nada pero, siento que algo en él quedo dando vueltas y quizás, un buen día, lo vea llegar a la clase para poder hacer lo único que se precisa para poder saber qué es chi kung es decir, practicarlo.
Publicado por Claudio
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