viernes, 29 de junio de 2012

Reconciliación


La amorosidad en el cuidado de toda vida es la tierra fértil donde crece la semilla dulce del respeto.
El respeto permite ver los apegos, las discriminaciones y comprender que no somos propietarios de nada, de nadie; tan siquiera somos tiempo, y como el tiempo vamos pasando.

Esta visión correcta crece inexorable, como se yergue el árbol hacia la luz del cielo, y se abre en frutos de gratitud. La gratitud de ser respirado, del sol en el rostro, del agua que bebo. El agradecimiento de saber que puedo contar con vos, con esto que ahora llevo puesto, con el bocado con el que me alimento y el trabajo diario cuando se vuelve aliento creativo, palpitante y vivo.

La alegría serena que amanece tras haber podido capear tormentas, sobrevolar abismos hasta divisar el camino.
El reencuentro con uno mismo, la reconciliación que nos lleva de regreso al hogar que un día creímos perdido pero que jamás abandonamos.

La confirmación de que cuando mi corazón late compasivo, late también el tuyo y alcanza hasta el último lugarcito de todo este universo.

Publicado por Claudio

viernes, 22 de junio de 2012

El zen habla

"El zen habla" es el título de un libro adaptado e ilustrado por Tsai Chih Chung (Taiwanés).
Estos simpáticos comics, muestran de un modo ágil, simple y didáctico los basamentos del Budismo Zen.
El cuento también se realizó en formato de video como los que aquí les presento.





Publicado por Claudio

viernes, 15 de junio de 2012

El sol en semillas


Mirar un campo de girasoles es siempre un deleite para los ojos y el alma, más aún cuando estos se destacan de entre millares de hectáreas plagadas de soja, soja y...






Cereales, semillas, granos... Hablemos un poquito de estos alimentos esenciales para nuestra salud.
Cereal proviene de la palabra Ceres, diosa griega de las cosechas, también conocida como “diosa buena”.
Los cereales son todos los granos que el hombre siembra y cosecha para su alimentación. La mayoría pertenece a la variedad botánica de las gramíneas y crecen en forma de espiga.
La historia de la humanidad corre prácticamente paralela a la de los cereales. Constituyó el alimento básico del hombre y hallamos referencias de estos que se remontan al período neolítico.

En nuestros días, la industrialización los ha manipulado hasta casi convertirlos, en muchos casos, en productos híbridos o carentes de sus nutrientes esenciales. No voy a explayarme al respecto, pero vale aclarar que, si algo tiene de valor para dichas industrias, no es precisamente la calidad del producto y sí el rédito económico que éste represente, de ahí que cuente más la cantidad que se produzca que su importancia nutricional. Por esta razón, se han refinado la mayor parte de los cereales, dejando únicamente el almidón. Y lo que es peor, en algunos agregaron vitaminas y/o minerales artificiales (¡¿?!).
Comer cereales integrales significa reconocer los valores de los granos y su importancia para nuestro desarrollo y mejor calidad de vida.



Cereales: Arroz integral – avena – cebada – centeno – trigo – maíz- mijo.
Quinoa – amaranto – kiwicha: estos últimos no poseen forma espigada como los demás, por lo que son denominados “pseudo-cereales”. De todos pueden obtenerse diversidad de harinas.

Veamos algunas de sus características y componentes:

Arroz integral: Compuesto de vitamina A y vitaminas del complejo B. Entre sus muchas variantes encontramos el arroz yamani o grano corto japonés. Posee menos almidón y es equilibrada su composición nutricional.
El arroz no posee gluten, por lo que es apropiado para personas celíacas.

Preparación. Una taza de arroz por dos de agua. Dejar cocer hasta que el agua se evapore.

Centeno: Es un excelente fluidificante de la sangre, flexibiliza los vasos sanguíneos y se recomienda en casos de hipertensión, arteriosclerosis y enfermedades vasculares.
Tiene un alto contenido en fibra y posee vitamina B. No contiene gluten, por lo que es difícil de panificar aunque no imposible.

Trigo sarraceno: Contiene 17 aminoácidos, especialmente lisina  y histidina, excelentes para el funcionamiento del sistema nervioso.
Alto contenido en ácidos grasos esenciales (vitamina F), fundamentales para la formación del músculo y las membranas celulares.
Hallamos también vitaminas, A, B, E, y P o citrina, que fortifica los vasos sanguíneos. Alto porcentaje en calcio, fósforo y flúor. Contiene vanadio, oligoelemento que actúa previniendo problemas cardíacos, ya que impide la acumulación de grasas en los vasos sanguíneos. Baja el nivel de triglicéridos y el colesterol. Es antianémico y no contiene gluten.
También encontramos el trigo burgol (está precocido) y el trigo candela, del que se extrae la sémola.

Preparación: Una taza por dos de agua. Tostar el grano en una sartén sin utilizar vehículo graso. Luego agregar agua y dejar cocer hasta que evapore.





Avena: Rica en proteínas y vitaminas del grupo B.
Aporta fósforo, potasio, magnesio, hierro y calcio.
El 80% de las grasas de la avena son insaturadas y contienen omega 6. Posee fitoesteroles que ayudan a bajar el colesterol. Es un cereal ideal para la diabetes, pues su fibra favorece la absorción de los hidratos de carbono, siendo hipoglucemiante.
Ideal para hipertensión, trastornos cardíacos, problemas digestivos y un excelente nutriente de las células cerebrales.

Mijo: tiene un alto valor proteico, siendo a pesar de todo alcalino.
Contiene hierro, calcio, fósforo, potasio, sodio, magnesio, zinc, manganeso y vitaminas A, B y PP.
Al poseer buenas cantidades de fósforo, ayuda a quienes padecen depresión nerviosa, astenia y cansancio intelectual. El magnesio que contiene es un buen fijador del calcio.
Es energético, revitalizante, digestivo y diurético.

Dato curioso sobre la ingesta de este generoso alimento: Los Hunzas son un pequeño pueblo que habita en el Himalaya, en el extremo norte de Pakistán (Asia) y tiene como cereal básico el mijo.
Son grandes longevos y no conocen el cáncer. Viven en condiciones óptimas y se ha comprobado que se enferman gravemente sólo cuando abandonan su lugar de origen.

Preparación: Una taza por cuatro de agua. Dejar hervir y luego a fuego lento cocinarlo hasta evaporar el agua revolviendo para que no se pegue.







Quinoa: Es altamente proteico y con una equilibrada proporción de aminoácidos, mayor que los otros cereales. La Nasa eligió la quinoa como alimento nutritivo por excelencia para sus viajes espaciales, teniendo en cuenta que por sí sola puede proveer una dieta balanceada.
Es ideal para diabéticos, ancianos, convalecientes y regímenes hipocalóricos.
Es antioxidante y anticancerígeno.
Está compuesto por vitamina B, incluido el ácido fólico; C y E.
Minerales que contiene: Calcio, y un 95% de hierro.

Preparación: Una taza por dos de agua. Lavarlo previamente con un liencillo, ya que es una semilla muy pequeña. Esto se hace para evitar que desprenda durante su cocción una espuma blanca que lo hace amargo. De todas maneras, los granos de quinoa que hoy se venden ya tienen el proceso de lavado.

Amaranto: Esta semilla fue muy importante para los Aztecas al punto de considerarlo sagrado debido a su alto valor energético.
Aún no siendo el amaranto un cereal, contiene muchas de las sustancias nutritivas de estos.
Su valor proteico es de un 75% debido al contenido de un aminoácido llamado Lisina.
Aporta cantidades significativas de calcio, hierro y magnesio.
Es ideal para el sistema nervioso, la parte ósea y el metabolismo en general.

Preparación: Idem Quinoa.

La cebada: Lo que encontramos más frecuentemente es la cebada perlada. Es altamente nutritiva, aporta vitamina A y vitaminas del grupo B.
Tiene calcio, fósforo, hierro, flúor. Ideal para las anemias y los huesos.
Contiene un mucílago que lo hace ideal para quines padecen problemas digestivos. También se aconseja su consumo para las vías biliares y urinarias por favorecer su drenado.
Tiene un PH muy elevado, por lo que ayuda a mantener el organismo en equilibrio.
Beneficia el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Preparación: Una taza por dos de agua. Dejar cocer hasta que se evapore, si se la prefiere seca, o retirarla antes de que el agua reduzca por completo para consumirla húmeda.

El maíz: El choclo fresco del cual se consumen sus granos es considerado una hortaliza. Por esta razón, se combina bien con los demás cereales, las legumbres y las féculas.
Es rico en vitaminas A, E, y algunas del grupo B, sobre todo, ácido fólico.
Contiene magnesio, fósforo, hierro, selenio (antioxidante). Ideal para deportistas por su alto valor en magnesio.
Mantiene depurada la sangre, por lo que es ideal para quienes tienen colesterol alto y trastornos cardíacos. Mejora el pelo y la piel.

Por último, de su multiplicidad de usos, vale saber que todos los cereales combinan muy bien con verduras, tanto crudas como cocidas.


Fuente consultada: Nueva alimentación, nueva vida. Autora: Silvia Ridner. Edit. Edicol


Publicado por Claudio



viernes, 8 de junio de 2012

Res non verba


La foto pertenece a la película Baraka (1992). Adjunto el Link para quienes deseen verla.

Link: http://youtu.be/uzabCtHZQcU

"Documental filmado en 24 países que narra, en términos eminentemente visuales, aurales y musicales, la evolución de la Tierra y de la Humanidad, al mismo tiempo que señala las formas en que el ser humano se ha relacionado con su medio ambiente. La aparente fragilidad de la vida humana es contrastada con la grandeza de sus obras, al mismo tiempo que se subraya la desigual relación entre hombre y naturaleza. En medio de estos contrastes, la espiritualidad de la humanidad surge como el elemento más importante que la distingue de otras especies"


Publicado por Claudio

viernes, 1 de junio de 2012

Un pato



Ahora estamos para mirar algo muy especial,
un pato.
Un pato cabalgando sobre las olas y a cien pies más allá del oleaje.
No puede descansar, el pato, mientras el Atlántico se mueva porque descansa en el Atlántico. Probablemente, no sabe cuan extenso es el océano y tampoco tu
Pero, ¿qué es lo que hace?
se sienta en el océano
descansa en lo inmediato, como si fuera infinito
Eso es religión y el pequeño pato la tiene.

Poema escrito, pocos días antes de fallecer, por la madre del monje zen Edward Espe Brown.

Publicado por Claudio