Le doy gracias a estas personas y a los que no aparecen en la foto pero que también participan de mis clases o, mejor dicho, de nuestras clases.
Por venir y, más que nada, por estar en cuerpo y alma.
Por el respeto y el amor que nos hemos sabido dar.
Por compartir mucho más que un espacio físico.
Por tolerar y tolerarme cuando, ganado por mi entusiasmo y mi pasión, los empuje, no intencionalmente, hacia lugares propios, profundos y sensibles que pudieron haberlos hecho sentir incómodos; excepto que dicha incomodidad les es haya permitido modificar aspectos no muy saludables de sus vidas para continuar creciendo.
Por las risas y el llanto genuinos y sinceros.
Por confiar que, muchas veces es más importante que amar o querer pues, al confiar, me estoy entregando totalmente y sin la más mínima duda al otro como a nosotros mismos.
Por los abrazos de corazón a corazón.
Por las miradas a través de las cuales nos animamos a dejar entrar al otro en nosotros, al menos, un poquito.
Por permitirme desarrollar mi actividad profesional y con ello, poder aprender de ustedes y con ustedes algo más sobre mi mismo que me permita evolucionar cada día un poquito más.
Gracias por todo lo que ahora no recuerdo pero que hizo posible que hoy tenga ganas de decirles gracias.
Abrazos muchos para todos y que el próximo año podamos continuar compartiendonos así, como somos, con lo puesto.
Publicado por Claudio