lunes, 19 de diciembre de 2022

El principio de separación en las relaciones, como posibilidad de reencuentro



¿Quién, al comienzo de una relación o, cuando esta ya lleva un tiempo de cierta estabilidad emocional y de convivencia, pensaría en la posibilidad de separarse? Evidentemente, nadie. Nadie repararía en el hecho de que un día, por razones de desamor o muerte, esa relación podría finalizar, y es que lo que aún prevalece, es ese sentimiento de sentirse unidos al otro, ya sea por empatía, sentimientos inexplicables, apego, necesidad de no sentirse solos, por costumbre, es decir, no por amor sino, por la idea de amor que se cultiva, no conscientemente, basada más, en un instinto de supervivencia que de amor, si entendemos el amor como la libertad de simplemente ser lo que se es sin segundas intenciones, sin requerimientos, deseos, esperanzas o proyecciones dirigidas a un futuro que no existe y que de tanto imaginarlo, para "bien" o para "mal", no se termina de caer enel hecho de que, con lo único que ahora y sólo ahora se cuenta es con el tiempo presente y lo que en él, está vibrando, sucediendo, nos agrade o no.

Lo que ahora hay y sucede, amén de si se logra verlo en su totalidad, plenamente, o no, es la realidad que la mente, turbada por sus adherencias dogmáticas, rara vez contempla pues, como todo dogma, es a partir de esa "visión" compartimentada que ve lo que llama, "realidad".cuando en verdad se trata, nada más que de una interpretación no siempre real.

Por eso traigo al rescate de la relación, de una verdadera relación de amor, el principio de separación que no es otra cosa que, ser la conciencia de una ley universal a la que todo y todos estamos sujetos como es, la impermanencia.



Todo se encuentra en permanente cambio, transformación. Por lo cual, si lo que vivimos en una relación, pretendemos que sea en el seno del amor, del amor como energía y no simplemente como instinto de supervivencia, como señalo más arriba, entonces, es indispensable considerar lo superlativo de la impermanencia pues, al hacerlo, lograremos VER, así, con mayúsculas, lo que ahora hay y es. El instante presente donde yace la eternidad, el espacio del propio cuerpo finito, donde mora lo infinito.

Al lograr considerar lo impermanente, osea, la vida misma, con sus incertidumbres y probabilidades, inhalando y exhalando, podremos comprender que es esa misma impermanencia lo que realza la posibilidad de vivir en el amor y no, para amar o ser amado como algo que debo tener y guardar de manera egoísta y temerosa a los efectos de sentirnos seguros pues, nada resulta en mayor dolor que la falsa idea de seguridad y control, como cuando la vida nos pone de revés y nos muestra la cara que tanto nos esforzamos por ocultar, la de la impermanencia, la de, todo pasa y pasa, porque eso somos, energía y tiempo, pasando y que da nada ni de nadie, nos podemos adueñar.

De lo expuesto surge, el rostro de la verdad cruda y llana, sólo hay este ahora, sólo hay este lugar, por lo tanto, celebremos. Celebremos en cuerpo y alma, totalmente. Celebremos sin que haya necesidad de días y lugares especiales, porque especial, son este dia y lugar, ¿qué otro? Y es que si nada más hay que, este aquí y ahora, ¿qué mejor ocasión para celebrar y dejar que sea la vida la que nos acune en su infinito y eterno instante presente de absoluto amor y gozo?



En resumidas cuentas, que el principio de separación, la conciencia de lo impermanente, lo fugaz de la divina esencia cósmica danzando en nuestros cuerpos, nos convoque a celebrar el reencuentro; La capacidad de redescubrirnos cada uno en el otro, en ese ser que, entre tantos miles de millones,, coincidió en nuestro camino, como nosotros en el suyo. 

Es volver a la inocencia de como cuando niños, los ojos nos saltaban de las órbitas en un intento por querer atrapar el mundo en un puño. Es celebrar que hoy y aquí, renacemos al dejar ir las etiquetas, las ideas  o creencias para, al fin, ver lo que ese otro ser es en verdad  y observar en ese bello espejo, al que somos.

Daniel Shodo 

domingo, 20 de noviembre de 2022

Por un momento de placer...



Todos hemos tenido de esos días en los que luego de una jornada extenuante y llena de divergencias y contratiempos, sentimos la necesidad de darnos un "gustito" o, de regalarnos un momento de placer y entonces, nos pedimos comida elaborada en algún restaurante del que no tenemos ninguna certeza ni de los ingredientes que se usan para su confección, ni del  nivel de higiene con que se elabora el plato, ni de la animosidad de quienes preparan estos alimentos pero, como se trata de buscar el placer como recompensa de la denodada tarea realizada, no caemos en la cuenta que, en verdad, ese instante de placer, (placer que por cierto a todos nos agrada vivir), para el cuerpo, para los órganos internos, los que de por sí suelen estar atiborrados de toxinas y carentes de vitalidad, lejos de sentir gozo, se les suma a la ya detonada energía psicofísica de ese día en particular, el tener que vérselas con una tarea aún más desgastante como es la lidear con grasas saturadas, azúcares o harinas blancas y refinados o, sales duras y desnutridas, según sea el "manjar" pedido y masticado, lo que harán las "delicias" de un hígado abarrotado de grasa, intestinos super poblados de bacterias dañinas, riñones teniéndo que filtrar sangre altamente acidificada y por ende, células con una pobre oxigenación. El combo ideal para que, a la larga o no, lo que hoy "comemos", no sea otra cosa que la enfermedad por la que luego habrá que atender echando por tierra ese placer que sentimos tan merecedores de darnos.

Como vemos, no se trata de un mero momento de placer o disfrute, placer que, insisto, todos bien agradecemos poder vivir pero, ¿a qué precio?

Sobre todo, si consideramos el hecho de que la mayoría de los días de buena parte de la gente son así, fatigosos y propensos a no disponer, por esa misma causa, del tiempo ni de la energía necesarios  para dedicarnos un tiempo para con nosotros, siendo esta carencia, el factor determinante de una humanidad que poco o nada sabe de sí misma, precisamente porque pasa más horas y días al servicio de todo cuanto tiene que hacer, alcanzar o lograr que de permitirse el verdadero placer que no es otro que el de conocernos a nosotros mismos. 

Esa falta, nos lleva a no comprender que si algo necesita un cuerpo agotado, no es más agotamiento sino, descanso. Descanso de lo que lo sobrecalienta, endurece y desgasta rápida y cruelmente  a favor de un envejecimiento al que tanto se le teme pero, al que rápido se llega, justamente, por tanto correr incluso, en los gimnasios, donde se le exije perfcción estética al cuerpo al punto de acidificar la sangre, endurecer las arterias, dañar las articulaciones y acabar llegando antes a donde tanto se teme terminar, viejos, arrugados y, más que nada, con el alma desvitalizada.



El conocimiento de cómo somos y cómo nuestros órganos vitales funcionan , deriva en aprender a conocer y leer mejor a los demás como a las situaciones que vivimos, los conflictos a los que arribamos, a los fines de lograr una paz duradera dentro y fuera de este cuerpo/mente que somos, simplemente aprendiendo a delegar o, a dejar ir lo que no permita esa vida en paz en salud mental y física.

Por lo tanto, no se trata de no darnos placer, se trata, en todo caso, de comprender que ese cuerpo cansado y caliente por dentro, necesita agua, frutas, jugos, verduras, sol, oxígeno, amor, por supuesto, como descargar a través de los pies en caminatas descalzos sobre el pasto, la arena o la baldosa húmeda, protones positivos que inflaman y, sobre todo, descanso. Descansar de corridas, aparatos varios, de ruidos y de ese "yo" que nunca parece tener bastante.

Que el placer sea, si a cada quién así le nace, estar en paz con sigo mismo y darse por enteros, a un amor que no es otro que el de conocer, comprender y respetar la vida que somos, aprendiendo a seguir el orden natural de esa vida, disminuyendo los caprichos, las sobre exigencias y los mandatos que jueguen en contra de dicha naturaleza.





NOTA: Quiero aclarar que no estoy en contra de ninguna actividad física o deportiva. Sólo señalo  no ver que, lo que muchas veces se hace por buscar salud y longevidad, termina, por sobre exigencias y alta competitividad, en todo lo contrario, cuerpos desgastados, faltos de oxigenación adecuada y padeciendo lesiones muchas veces graves como enfermedades crónicas, no tanto por la actividad que se practica, como por la manera en que se las realiza. Si a esto le sumamos el alto agregado de proteínas y suplementos sintéticos o carbo hidratos sin saber si es eso lo que cada quién puede necesitar, cartón lleno para lograr lo contrario de lo que se proponen. 

Cuanto más se huye de la vejez, más rápido se la alcanza.

Daniel Shodo






miércoles, 24 de agosto de 2022

Chi Kung: La postura del Árbol II

La postura del árbol Chi Kung



Cuando tengas dudas de a qué has venido a este mundo, planta un árbol que de seguro, él sí lo sabe y te guiará.. Al hacerlo y verlo crecer, quizás, te recuerde que como él, vos también tenes un potencial (semilla). Que has echado raíces, (tus ancestros y una historia por sanar)  Que habitas un cuerpo que erguir dignamente (tronco), Que posees  brazos con los cuales abrirte al devenir y confiar (ramas) Que tus sentidos y tu mente han de aprender a apreciar lo que es de lo que no és, tomando la vitalidad del cielo para comprender correctamente el rumbo de aquello para lo que te has decidido alguna vez experimentar (Hojas) y que tus frutos, como los del árbol, serán el resultado de todo cuanto aprendas, des aprendas o te niegues a conocer de vos mismo para poder hacer con ESO que SOS lo que está llamado a ser hecho.Nota: La postura del árbol es una forma de Chi Kung conocida como Zhan Zhuang, muy tradicional que, al practicarla, ofrece los siguientes beneficios:

Fortalecimiento muscular:

Los Músculos profundos se encuentran más cerca de los órganos y de los huesos.  Este tipo está asociado al mantenimiento de la estabilidad y la salud de nuestra espalda. Gracias a ellos podemos permanecer verticales. Por ejemplo, son los que permiten que la cabeza se sostenga sobre el cuello a lo largo del día. 

Los músculos superficiales se encuentran debajo de la piel. Están diseñados para movimientos de fuerza o de gran amplitud. Por ello, que su función sea para acciones intermitentes y de mayor novilidad. Por ejemplo, cuando nos flexionamos hacia delante o nos arqueamos hacia atrás.

Generalmente, la musculatura profunda está “desequilibrada”. De ahí las frecuentes contracturas, las sobrecargas en los discos, etc. Este “desequilibrio” es el causante de que en un inicio de la práctica estática (Zhan Zhuang) pueda pensarse que supone un gran esfuerzo. Y no es más que una muestra de la necesidad de fortalecimiento. 




Aumento del riego sanguíneo periférico, pudiendo llegar a experimentar sensación de calor en manos y/o pies. Ello es debido al trabajo interno fisiológico que se realiza, liberando la energía en forma de calor. 

Aumento del Qi (energía).

Fortalecer el aparato de sostén. (Huesos)

Desarrollo de fuerza y resistencia muscular, especialmente en el tren inferior. Es un desarrollo de fuerza sin que se aumente la masa muscular.

Calma mental. La quietud física nos aporta una escucha interna en la que el “monito saltarín” de la mente desaparece o se aquieta.

Encontrar en la quietud del cuerpo el movimiento; la respiración. Llevar una respiración consciente desde nuestro bajo vientre, o, en su defecto, comenzar a practicar con el ritmo respiratorio que cada uno pueda, hasta alcanzar una respiración completa, con lo que se va a favorecer la distensión diafragmática, y a su vez, se va a realizar un masaje interno a riñones, bazo-páncreas/estómago, hígado, intestinos, así como a favorecer el tránsito digestivo. 

Tomar conciencia del alineamiento del cuerpo. Frecuentes problemáticas tales como: ciática, escoliosis, cifosis, lordosis, genu varo (rodillas hacia afuera) o genu valgo, (rodillas hacia adentro) entre otras, pueden ser revertidas o bien reducir su intensidad con esta sencilla práctica estática de Chi Kung (Qi Gong)

Recomendación: Comenzar a practicar el abrazo del árbol tres mintos diarios y luego, ir aumentando la frecuancia en minutos y repeticiones diarias. 

Tambien se practica en la postura del Jinete, (como si estuviesemos montados a un caballo con los dedos de los pies apuntados al frente) bajando la posición hasta donde sea posible. 

Con el tiempo, se logra permanecer hasta media hora o más y en posturas cada vez más bajas. Esto no es requisito para su práctica, es suficiente con la postura que se muestra en la imágen.

Daniel Shodo - Profesor de Chi Kung

En las imágenes verán la postura.

 


Postura del Jinete Ma Bu


martes, 16 de agosto de 2022

¿Por qué estamos aquí?


Aquí les dejo este otro video con la historia completa que alguna vez ya publiqué en este blog.
Gracias
Daniel Shodo

domingo, 7 de agosto de 2022

Tai Chi/ Chi Kung: "El cuerpo/espíritu del practicante



La modalidad bajo la cual transmito e imparto mis clases de Chi kung/ Tai chi, o mi propio método, es transmitir un sentido orientado a la toma de consciencia del cuerpo/mente que somos y cómo este sistema indiviso, orgánico y energético funciona, a los fines de estimular en el alumno, la curiosidad, la indagación y el conocimiento al que cada uno pueda acceder, experiencia mediante, clase tras clase.

El alumno llega a las clases con lo puesto, como suelo decir, osea, su historia escrita en un cuerpo mayormente dolorido, estresado, dañado de un modo u otro por un trajinar diario exigente, competitivo y hasta agresivo con sigo mismo o, su contrario, sedentario y poco afecto a ocuparse responsablemente de su salud. 
Partiendo de cómo cada uno llega y apreciando el tiempo que se permiten para ir tomando el aprendizaje dado, lo que suelo señalar es el hecho de que, como han tratado su cuerpo en lo cotidiano y como sea la relación que con él han establecido, es la manera en la que ese cuerpo se mostrará en las clases. Por esa razón es que invito siempre a observar el cuerpo desde las sensaciones que se perciben en cada ejercicio realizado, pues, es la sensación la puerta de ingreso para ir tomando, paso a paso, más y mejor conciencia propia. Esa conciencia será vital para comprender que la vida es un proceso, no un estar estático basado en determinismos y conclusiones. Es un proceso porque se trata de algo vital que se encuentra en constante movimiento y transformación.

Lo que dificulta esta comprensión es el hecho de que la mente, que sólo vive del pasado, recuerdos y semblanzas auto adquiridas no conscientemente, lleva a ese cuerpo a ejecutar respuestas condicionadas por ese pasado que se materializan en el único tiempo real, el presente, pero, sin ser apreciado ese lapso pues, se está gobernado por dicho accionar sistémico el cual, durante las clases y al tener que verse siendo los protagonistas de cada hacer desde el cuerpo, no dejará otra opción que ver cómo se refleja en sus formas, ese historial de vida. Luego, será el propio alumno quién decida si continuar el camino hacia su evolución o,simplemente, quitar los ́síntomas y seguir como si la vida fuese nada más que un mercado de consumo y obtención de satisfacciones momentáneas hasta caer, una vez más, dentro del mismo planteo repetitivo y en ocasiones, adictivo de comportamiento.hasta que algo en el camino se rompa y no quede más remedio que ocuparse de atender, ahora sí y con el dolor que esa situación siempre conlleva, lo que hasta ese día, sólo se ocuparon de negar u ocultar.




Un ejemplo: Cuando nos ubicamos en tiempo y espacio, esto es, parados sobre nuestros pies con las rodillas levemente flexionadas y con un ancho de hombros para desde allí movernos, avanzar en cualquier dirección o retroceder, lo primero que suelo notar es que lo que el alumno mueve son sus ojos acompañados de su cabeza para orientar el sentido al que nos dirigimos, lo cual es un proceder natural de todo cuerpo. Sin embargo, lo que se observa a continuación (dejando de lado que se está aprendiendo y en ese derrotero es lógico y hasta saludable esperar errores como parte del aprendizaje) que la dirección escogida por la forma que se practica, por ejemplo avanzar hacia uno de los flancos, se realiza tan sólo con los brazos, con las piernas o a penas con parte del cuerpo. Qué quiero señalar con esto que, esa respuesta, la de ir parcialmente en la dirección tomada, no está dada por lo que aún se está aprendiendo y no se conoce sino, por el condicionamiento que se tiene con el pasado, vivir segmentado (somos nada más que el lado habil y del resto nada o poco se sabe), 
Del mismo modo les sucede en el mundo ordinario; es decir, no se llega áun a contemplar la totalidad como ser vivo que se es, tan sólo la parcialidad de quién no se mueve conscientemente con todo el cuerpo/mente; y por eso tan siquiera lo hace a medias, como quien duda de si ir, o quedarse, de sí, con un poco es suficiente o, en su defecto, se dirige a su objetivo con tanto empeño, auto exigencia y arrebato, que se pasa del punto utilizando más vitalidad de la requerida.
La pregunta en estos casos que tan habitualmente suceden en las clases sería: ¿No es de esas maneras que ese alumno o alumna se comporta en su vida diaria pero, sin notarlo a causa de la falta de atención sobre sí mismo? 
En síntesis: O se vive con todo el cuerpo o, se vive a medias.

Aprender a caminar, no es nada más que mover los pies de forma biomecánica; Caminar, desplazarnos en la dirección que decidamos, precisa de un cuerpo entregado y confiado, de una mente alerta y calmada y de un espíritu asertivo, abierto a la incertidumbre del devenir el cual, nunca está sujeto a nuestras decisiones como sí,lo está el andar, el practicar, el entrenar o el prepararnos para nutrirnos de aquello que deseamos saber. 

Cuando realizamos los paso de la grulla, el tigre o el oso, cuando acariciamos la crin del caballo o empujamos montañas (posturas y formas de chi kung y tai chi) es menester, para una correcta postura ante la vida, hacerlo con la totalidad de lo que como humanos somos. Cuando mis alumnos halagan las formas sinuosas, armoniosas y agraciadas que muestro de estas disciplinas maravillosas y milenarias, siempre les recuerdo las palabras de Lao Tse, "Un camino de mil pasos, comienza con uno" y el camino o Tao sobre el que transitamos, somos nosotros mismos.

Daniel Shodo - Profesor de Chi kung/ Tai Chi


lunes, 1 de agosto de 2022

El libre albedrío, no existe.




El alma desciende al cuerpo físico sabiendo a qué viene: a aprender experimentando aquello que aún no sabe o no comprende.

En el camino, se las verá con la personalidad o el ego, esa construcción hecha por la crianza, la escuela y la sociedad, pero, sobre todo, por la forma en que esos vínculos hayan impactado en nuestra psique.
Ese ego también buscará hacer todo aquello que el sistema de creencias le dice que tiene que hacer para ser aceptado en este mundo. Lo que aún desconoce, es que no es él el que elige sino que lo hace a través de los mandatos, doctrinas y dogmas impuestos.
Hay en nosotros, más vidas ajenas que propias llevando el timón.

El alma, por su parte, posee la consciencia de aquello a lo que ha venido, y hará cuanto esté a su alcance para lograrlo y continuar el camino de regreso de la materia, al mundo de lo sutil. Para eso, necesita que el humano donde se halla, despierte del adormecimiento social, educativo, político, religioso, familiar o cultural que lo ata y condiciona para "ser", lo que debe ser y encaje a los intereses del sistema productivo.
Mientras tanto, si el ego queda demasiado prendado de esos paradigmas imperantes que toda institución se ocupa de instalar y controlar, mayormente por ignorancia y miedo de sí mismo, el alma, entonces, dejará ese cuerpo y se ocupará de habitar otro, a los fines de continuar con su aprendizaje.

Por lo tanto, no hay nada que podamos llamar libre albedrío. Esto ha sido una falacia más del sistema para hacer creer que se escoge a voluntad e independientemente de cuánto nos rodea siendo verdad lo contrario. Por un lado, impide ese acto de "libertad", lo que aquí manifiesto, es decir el predeterminismo del alma. Por otra parte, cada vez que tomamos o desechamos un camino, este es sólo posible en relación a causas y circunstancias osea, elementos ya existentes de entre los cuales aceptamos unos y rechazamos otros.

Esto quiere decir que, por mucho que no queramos admitirlo, siempre e indefectiblemente, estaremos ligados a múltiples causas preexistentes sin las cuales lo que elegimos o despreciamos, no sería posible.

En el mejor de los casos, cuando elegimos, si hay una observación clara y objetiva al hacerlo, podremos ser conscientes de ese predeterminismo del alma (algo que por lo general ocurre crisis mediante) y, en ese caso, la vida que la persona lleve adelante, se verá ligada a esa alma para hacer y tener pero ahora, desde esa condición y no, de los mandatos adquiridos.
Dicho de otro modo, hecha la experiencia con, por ejemplo, un tipo de alimentación y reconocer el daño que esto nos provoca, elegiremos, de entre todo el amplio espectro de alimentos disponibles, aquellos que mejor acompañan el buen funcionamiento del cuerpo y la mente para que el alma, en un cuerpo sano, (condición sine qua non para crecer en todo sentido) pueda echar manos en todo cuanto ha venido a vivir para evolucionar y continuar viaje.
Llegado a este punto, confirmaremos la existencia de esa alma, cuando ya nos no limitemos a escoger entre lo malo y lo bueno sino, entre lo bueno y lo mejor de nosotros mismos y nuestras circunstancias inmediatas.

Daniel Shodo

domingo, 26 de junio de 2022

viernes, 10 de junio de 2022

El valor de lo ordinario



La espiritualidad es la capacidad de descubrir lo extraordinario en lo ordinario.

Mientras se ocupa tiempo, dinero y energía en buscar lo espiritual en lugares místicos, exóticos o supuestamente trascendentes, como a través de prácticas que de por sí, son reducidas a ese sentido por no saber ver que se trata de medios para adentrarse en el propio espíritu, lo verdaderamente esencial ocurre donde estamos y con lo que estamos viviendo, pero, con la atención en lo externo, pasa desapercibido, con el riesgo de llevar toda una vida buscando algo que no es más que una idea de "espiritualidad" y sin llegar a comprender qué, espíritu, es la energía que nos anima o sea, la chispa divina del alma y, esa alma, es la que le da su sentido de SER a este cuerpo humano. Por supuesto, esto se aprecia siempre que no terminemos prendados a ideales, dogmas o doctrinas o, a los caprichos del ego que, para el caso, es más o menos lo mismo, pues, por buscar la otra orilla, se acaba especializado en la navegación y se pierde el sentido del viaje que no es otro que ir hacia uno mismo. En otras palabras, hacemos del medio un fin.

La práctica espiritual sucede cuando comprendemos que nuestras vivencias son una oportunidad para ver desde dónde es que escogemos o rechazamos cada cosa por mínima e insignificante que nos parezca pues, esa acción pone sobre el tapete aspectos tanto psicológicos y mundanos como espirituales. Razón de más para valorar el suceso y ver qué descubrimos de nosotros y nuestra condición humana, a efectos de ir puliendo y suavizando las asperezas atascadas en lo que ignoramos y tememos.

Explicado de otro modo sería así. ¿Cuántas veces nos escuchamos decir que algo no es para nosotros o no nos interesa, apelando a una o más justificaciones, cuando en verdad lo que nos impide hacer o tomar una decisión, son esos miedos de los que hablo? 

Puede tratarse de una inversión económica importante, comenzar un nuevo emprendimeinto, una relación de pareja o traer niños al mundo. El asunto se devela cuando aceptamos el reto de sumergirnos en la aventura de lo nuevo, para que lo viejo y enquistado se muestre de manera irrefutable e inequívoca, para poder verlo, nombrarlo, miedo a...(ponerle nombre al miedo ayuda a exorcizar, a quitarle peso) y descubrir lo verdadero de lo falso. En el mejor de los casos, el potencial oculta detrás del trauma o de la herida que, al volver a ver la luz que emana de una mente esclarecida y recuperarse al sol y al aire renovado tras abandonar el lastre y la oscuridad.

Ser espiritual, es lo que ya somos, ahora, toca vibrar en esa corriente de luz, para lo cual es preciso, insisto, ir al fondo de lo aparente, de la imagen que hemos construído con la que nos mostrarnos al mundo, hasta dar con lo duro y oscuro de nuestra condición humana. Una alegoría muy propia del Budismo es: “Debajo del barro, yace el diamante, prístino y brillante de nuestro ser”.

El cuerpo no miente porque de mentir no sabe. De lo que sí es experto es en sentir y responder a lo que siente advirtiéndonos de qué va la cosa para que juntos, la mente y el cuerpo, dejen de lado las rencillas que el ego infantil produce con cada una de sus estocadas y crezca. Crezca con el dolor y a través de él, porque al parecer, no hay otro camino posible cuando por vivir hemos confundido “tener” con “ser.”

Es hora de rescatarnos de nosotros mismos, de parirnos y darnos a luz; nacer definitivamente.

Daniel Shodo


lunes, 23 de mayo de 2022

martes, 22 de marzo de 2022

Descansar los 5 sentidos: Chi Kung

Los 5 sentidos, también conocidos como los 5 ladrones en el Tao, por ser las ventanas a través de las cuales tanto entra información que el cerebro luego analisa e interpreta, como por donde consumimos un alto caudal de energía con la que solemos quedar apegados a las formas, colores, sonidos, gustos, etc, sin notar cuánto nos alejamos de nosotros mismos y cómo, en consecuencia, nos convertimos en extraños dentro del mismo cuerpo. Es decir, nos movemos más por percepciones y recuerdos o sea, pasado, que por respuestas expontaneas e imprevistas.

Lo que hoy les propongo, son ejercicios simples que permiten dejar en descanso las acciones constantes que estos centros vitales realizan constantemente. De hecho, se calcula que toman miles y miles de datos por microsegundo sin que tengamos consciencia al respecto. Qué mejor que darles un momento de calma para que recuperen su vitalidad y, por otra parte, descubramos qué nos sucede cuando realizamos estos ejercicios y cómo nos podemos relacionar con los ojos, los oídos, el tacto, el olfato o el sabor al involucrarnos con ellos de un modo diferente de lo habitual.



Ojos

Son la ventana del Hígado. Busquemos donde sentarnos por unos minutos de manera cómoda y cerremos los ojos no para dormirnos sino, para simplemente no mirar nada y quedarnos sintiendo esa sensación. Algo poco o nada habitual ya que esta sociedad da al mirar o al ver, una prioridad muchas veces excesiva con la que agota las reservas del hígado y daña los ojos secándolos o irritándolos por demás.



Oídos

Son la ventana de los Riñones. La propuesta es que durante varios minutos u horas, desconectemos cualquier aparato en nuestro entorno y hagamos la práctica de escuchar el silencio...Los oídos oyen cotidianamente cantidades de ruidos y sonidos provenientes de todo tipo de emisores que producen una saturación y pérdida de sensibilidad auditiva, sobre todo, la de la escucha interna. En siencio escuchamos sin un objetivo fijo. Sólo dejamos que el silencio o los sonidos externos pasen por el oído y continúen su viaje. Podemos hacer el ejercicio echados, sentados o, mientras realizamos cualquier tarea en casa. 



Naríz

Son la ventana de los Pulmones. En este caso y tomando en cuenta que existen cada día más personas que van perdiendo la capacidad olfativa a causa de estrés, la propuesta consiste en sentarnos, mantener la espalda recta y ocuparnos de sentir el aire pasando por la naríz tanto al entrar como al salir. Obsevar el roce del aire en la piel de las fosas nazales y el fluir del aire entrando y saliendo mientras notamos el movimiento muscular en la zona del pecho y/o de los abdominales. Permanecer respirando de esa manera por no menos de 5 minutos. Una alternativa a esto es, dedicarnos a oler difernetes fragancias pero, manteniendo los ojos cerrados para potenciar el olfato por el de la visión.



Boca y lengua

La boca es la ventana del Bazo mientras que la lengua lo és del Corazón. Aunque muchos no gusten admitirlo, hay establecida en la mayor parte de las personas una marcada adicción a la comida lo que conlleva volver el acto de comer, en un hábito mecánico, compulsivo esperando que el alimento supla la insatisfacción amorosa o afectiva, con un rato de placer culinario  recayendo mucho más en llenar y saciar que en disfrutar y nutrir.

El ejercicio consiste en descansar ambos sentidos dejándo de comer por algunas horas y, adquiriendo una postura cómoda y con ojos cerrados, dedicar unos minutos a recorrer los diferentes rincones de la boca, paseando la lengua lentamente por cada espacio. Observar el movimiento musucular en la lengua, mientras gira, la sacamos fuera o la doblamos y desplegamos, la saliva que se aglutina ha de ser tragarda lentamente (la saliva contiene una cantidad importante de Chi o energía, por lo que se sugiere no escupir demasiadas veces). Como en el caso del olfato, podemos permitirnos saborear pequñas porciones de alimento dejándolo apoyado en la base de la lengua y enc ontacto con el paladar superior hasta que se vaya derritiendo o, si se trata de algo más consistente y crocante, masticarlo lentamente hasta tragarlo con igual lentitud. Si escojemos hacer la experiencia con líquido, sorberlo a cuenta gotas, como si tuviésemos que masticarlo. Esto nos daría la oportunidad de apreciar tanto lo que comemos a diario de un modo más consciente por lo que quizás, hasta modifiquemos alguna costumbre que ahora, más atentos, consideremos perniciosa. La deglución pausada como el poder experimentar sabores y texturas desconocidas sin el agregado de opiniones o juicios provenientes de los hábitos adquiridos en el pasado, será un aditamento magnífico para alcanzar una relación más respetuosa con el alimento y con nosotros.



Tacto

La piel y el tacto también se vinculan con la energía y funcionamiento pulmonar y, por supuesto, con el sistema nerviosos central es decir, con el cerebro el cual es, en resumidas cuentas, el que ve, oye, gusta, huele, toca y siente, dando sentido a lo que percibimos.

Para este ejercicio sugiero ante todo, quitarse toda prenda que contenga nylón o sintéticos los cuales alteran el campo electromagético, luego, disponer de un lugar y momento en el que podamos estar con la menor cantidad de ropa posible, descalzos y expuestos al sol, al viento o a la lluvia, (siempre atentos a no exagerar el tiempo de exposición como la intensidad a bajas o altas temperaturas para evitar daños) Esta forma de conectar a través de la piel con las corrientes naturales, beneficia el mantener un nivel elevado en las defensas del organismo, tan bajas ante el execeso de exposición a aparatos de ventilación o calefacción artificial.

Otra posibilidad es la de, caminar desclazos por suelos que no sean aislantes, (pasamos mucho tiempo con suelas de goma y esto crea una desvinculación importante con la tierra, con el sustento, el sexo, la confianza). Otra opción muy propicia es aprovechar el momento de la ducha  y, con los ojos cerrados, recorrer todo el cuerpo de manera lenta y atenta para sentir cada zona y quizás, notar las diferencias de sensibilidad que ellas muestran o, somos capaces de notar. Es decir, se trata de tocarnos, acariciarnos, recuperar la realción humana y afectiva con la humanidad que somos.

Por último, sentarnos en silencio con la espalda derecha, entornar los ojos sin que la cabeza caiga hacia ningún lado, apoyar las manos con palmas abiertas sobre el regazo y mientras sentimos el aire llenar y vaciar el cuerpo, observar los pensamientos, imágenes, recuerdos o ideas que se cruzan por la mente, sin detenernos en nada, tan siquiera dejarlos pasar como si estuiésemos ojeando una revista sin importancia. No esperar nada, nada más sentir y sentirse. Esto, es meditar.

Espero que lo que hoy les comparto sea de su agrado e interés. Practíquenlo y si gustan, me comentan y algo más; Eviten que los 5 ladrones se roben la relación íntima con la esencia que somos, por quedar prendadoa a luminarias y sensaciones que, en definitiva, son nada más que ilusiones.

Gracias

Daniel Shodo

sábado, 12 de febrero de 2022

"Mirad por vosotros mismos"



Creencias, dogmas, deseos de una realidad elevada, espiritualidad a la medida del consumidor, todas formas de incrementar la necesidad de hacernos de un salvavidas que ayude a ponernos a flote frente a tanto naufragio inexplicable o confuso. Es interesante como suelen incrementarse las legiónes de creyentes a centros religiosos o espirituales cuando invade el miedo o la desazón. - hasta el riguroso ateo en momentos límites, pide a Dios que lo salve...

Todos los grandes libros de la historia, basados en religiosidad, espiritualidad, ciencias ocultas o verdades reveladas, constan de un aspecto que no se puede soslayar y es, el momento histórico en el que cada uno de ellos fue escrito, más allá de cualquier duda razonable sobre su contenido y autoría. Con esto quiero significar que, descuidar este aspecto, equivale a sacar de contexto el material bibliográfico y dar pie a todo tipo de tergiversaciones. Si bien el mensaje en cada caso es el mismo, "Todo es mente", no resulta conveniente para su comprensión tentarse en la creación de sincretísmos, muy afines a la New Age,  que deriven en un cocktail de sabores distorcionados de su climax particular.

Cada mapa o método implementado, ha de correrse de tentaciones mesiánicas autodeterminístas y dar lugar a la intrspección siendo esta actitud o práctica esencial, el sendero único donde abrebar a verdades trascedentes. Esto se basa en el hecho de que, si somos fractales de una verdad última, entonces, ¿que impediría acercarnos a esa verdad desde nosotros mismos y sin intermediarios?

En tiempos de crísis y convulsión, suele ser muy común ir en búsqueda de algo o alguien que nos consuele, nos aclare y allane el camino, producto de sentirnos fuertemente golpeados por una realidad que, de buenas a primeras, nos puso patas para arriba y nos encuentra desprovistos de medios para afrontarla de una manera inteligente y serena.

En situaciones así, (hoy estamos en plena guerra espiritual y mental como nunca antes) lo que se me ocurre conveniente, es volver sobre la frase "Mirad por vosotros mismos".

"Mirad por vosotros mismos", es una sentencia expresada por Yashua, Cristo, en su presente y remitida a los habitantes de estos tiempos, posee un valor inapreciable y muy potente que muchos desconocen o que, han oído al pasar sin detenerse en una escucha adecuada que permita develar su sentído intrínseco que es: "No esperar que las soluciones a los problemas que los cuatro paradigmas imperarntes crean e imponen, (Inyecciones, Dinero, Promesas electorales, Dios o salvaciones extraterrestres) provengan de ellos mismos porque, lo que esos paradigmas están haciendo tiene un sentido que nunca ha ido ni irá en nuestro bienestar. Sería como si los judíos, durante la segunda guerra mundial, hubiesen esperado misericaordia del mismisimo Hitler.

Si se perpetúa la búsqueda de que la realidad quede supeditada a los dictamenes ajenos, (el Sistema o la Matrix), la humanidad no conocerá ni sabrá hacer uso racional y emocional de su capacidad energética dormida e hipnotizada por todo lo que esa misma gobrernanza proporciona que es, evasión, mentira, entretenimiento, deformación de la historia, economías devaluatorias, pánico y restricciones para las que más tarde y cuando el mismo usuario lo requiera por pura desesperación paranóica, como consecuencia de encontrarse nuevamente en un atolladero, ellos vendrán cual heroes de historieta a proporcionarnos soluciones que a decir verdad, no son más que nuevos problemas camuflados bajo un momento de "calma", hasta que todo vuelva a perder su sentido natural. Dicho de otro modo: "Yo creo el virus y luego te convenzo de la necesidad de una vacuna, también creada por mi, nada más que para mantener el statu quo".

Por lo tanto, "Mirad por vosotros mismos", significa, encontrar la Divinidad que somos, desde donde es posible crear realidad propia sincera y confiadamente pues, lo que nos dará vida o nos la quitará, no será lo que venga de esos cuatro estigmas, del mundo externo, a causa de que nunca lo de afuera es lo que perturba o condiciona nuestra mente, lo que si altera el orden natural humano, es el modo en que esa energía golpea nuestra psique y lo que luego hacemos o no con ello.

Por lo que si la  boca expresa miedo, miedo generamos y será el miedo lo que nos mate y no un virus, Pero, si es amor bendecido, "bien decir" lo que del corazón emana y el cuerpo plasma en cada hacer, eso seremos, la conciencia de lo eterno en lo simple, en lo cotidiano.



Volviendo sobre la emergente necesidad de lecturas de carácter místico esotérico o espiritual, supuestamente reales o no, y amén de tener la libertad y la necesidad de valernos de algunos de esos textos considerados, "sagrados" como mapas orientativos, lo que hay que advertir es que, una vez acopiada la información pertinente, es menester de un camino bien transitado, darnos un tiempo de introspección para su evaluación y desarrollo interno, hasta alcanzar una dialéctica inherente como resultado de la experiencia adquirida. 

Las artes y las ciencias se atravesarán en nuestro camino como alimentos imprescindibles de toda nutrición delicada requerida para constatar la levedad del Ser. Nada se desprecia en la senda del aprendiz o del princiante, por mucho que se ensombrezca el día e inquieta la existencia.

Como podemos apreciar, la auto educación espiritual, es romper con cualquier encanto dogmático bajo el cual dejar sepultada toda posibilidad de salir del samsara. Si la verdad no es vista a los ojos, por muy cruda y brutal que esta sea, la ignorancia prevalecerá y el miedo cobrará cuerpo sobre nuestro cuerpo y el círculo no se atravesará nunca, quedando en un giro sin fin vida, tras vida.

Hay un punto importante a subrayar y es que, la transformación de, orugas a mariposas,por así decirlo, no deja en el pasado completamente lo que fuimos, es decir, no acabamos terminantemente algo para convertirnos en un otro. La trasnmutación nos mantiene dentro de la misma estructura psicofísica, ahora más flexible, sensible, sin mas fronteras que los límites naturales e iluminada por una mente lúcida y un corazón en paz.

Daniel Shodo

viernes, 28 de enero de 2022

Hoy te cuento algo que DEBERÍAS SABER 😏

Hoy les comparto una visión poco considerada acerca de la salud y de la cual, en mis clases, he mencionado en diversas oportunidades.
Gracias



Publicado por Daniel Shodo